Arzobispo de Dublín: «Las estructuras que permitieron los abusos han de ser eliminadas para siempre»

«Las estructuras que permitieron o facilitaron los abusos» en la Iglesia de Irlanda «han de ser eliminadas para siempre». Así lo pidió el arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, en su homilía dominical en la Procatedral de Santa María, en la capital irlandesa.

«No basta con decir simplemente “lo siento”. Las estructuras que permitieron o facilitaron el abuso deben ser analizadas y destruidas para siempre», añadió el jerarca.

Para lograr este objetivo, el arzobispo de Dublín quiere contar con la ayuda del Papa, que viajará a Irlanda el 25 y 26 de agosto para participar en el Encuentro Mundial de las Familias.

Así, Martin espera que Francisco «hable claramente sobre nuestro pasado, pero también sobre nuestro futuro. Necesitamos una Iglesia con confianza: la confianza de los hombres y mujeres cautivados por el mensaje de Jesús».

«Va a ser una visita corta pero intensa. Una visita que, por una parte, genera mucha expectación, alegría y entusiasmo, pero que, por otra, está marcada por la preocupación en torno a nuestra Iglesia católica y su futuro», añadió el arzobispo de Dublín.

La arrogancia de la Iglesia

Durante la homilía, monseñor Diarmuid Martin reconoció que la Iglesia ha demostrado «arrogancia» en los últimos años ante la cascada de revelaciones por casos de abuso, tanto en el país como en el mundo.

«La rabia de la gente no es solo por los abusos, sino porque la Iglesia fue autoritaria, despótica y autoprotectora. Los escándalos de abusos han provocado un resentimiento enorme entre los creyentes», subrayó.

La historia reciente de la Iglesia en Irlanda, continuó, «ha tenido momentos de mucha oscuridad, y necesitamos una Iglesia de luz. Una luz que exponga la oscuridad tal y como es y que impida que los mecanismos de cobertura de abusos o de autojustificación no puedan extinguirla o rebajarla».

La Iglesia ha perdido influencia y prestigio en Irlanda tras conocerse en los últimos años la existencia de miles de casos de abusos a menores cometidos durante décadas por sacerdotes, con la protección de las autoridades eclesiásticas y estatales.

Efe / J. C. de A.