Omella apela a la concordia en su mensaje para la Diada y pide a la Iglesia «ser un factor de cohesión social» - Alfa y Omega

Omella apela a la concordia en su mensaje para la Diada y pide a la Iglesia «ser un factor de cohesión social»

En su última carta dominical, dedicada a la Diada de Catalunya, el arzobispo de Barcelona pide que se respeten «los derechos de todas las personas que viven en Cataluña». Esto «debe ser uno de nuestros objetivos prioritarios en este momento»

Redacción
Foto: REUTERS/Susana Vera

Ante a la división política y social en Cataluña, el arzobispo de Barcelona ha hecho un llamamiento por la concordia en Cataluña en su última carta dominical, dedicada en exclusiva a la Diada de Catalunya.

«Mi deseo es hacer una llamada a la concordia, porque me parece que solo en un clima de concordia es posible avanzar hacia una solución justa a la situación creada que sea mínimamente aceptable para todos, con un gran esfuerzo de diálogo desde la verdad, con generosidad y búsqueda del bien común», dice el cardenal Juan José Omella.

Omella aboga por gestos de distensión. Sin hacer ninguna alusión política, el purpurado asegura que «últimamente hemos vivido hechos y signos positivos en esta línea [de concordia]. Ojalá llegaran otros y pudiéramos crear un clima nuevo», lo que parece aludir al tímido acercamiento entre el Gobierno y la Generalitat en los últimos días.

De esta forma, el purpurado insta a «construir puentes» y pide que se fomente «una convivencia vital y confiada». Y para este cometido interpela a la Iglesia católica, a la que invita a «ser un factor de cohesión social, una instancia que busque y promueva caminos de buena voluntad, caminos de esperanza y paz, caminos de comunión y no de confrontación».

Utopías que se convierten en realidad

Además de la concordia, Omella pide que se respeten «los derechos de todas las personas que viven en Cataluña». Esto «debe ser uno de nuestros objetivos prioritarios en este momento».

Hay que esforzarse por «rehacer la confianza mutua en el seno de una sociedad como la nuestra en la cual se da una gran pluralidad cultural, política y también religiosa». En las actuales circunstancias, continúa el arzobispo, «es posible que alguien piense que esto es una utopía. Pero hay utopías que, con la buena voluntad de todos y con creatividad, acaban convirtiéndose en realidad».

El cardenal arzobispo de Barcelona, que acaba de concluir una visita por Madagascar, termina recordando a san Francisco de Asís y a una de sus famosas oraciones: «Señor, haz de mi un instrumento de tu paz. Que allá donde hay odio, yo ponga el amor. Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón. Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión. Que allá donde hay error, yo ponga la verdad».