Un congreso reivindica la aportación de la Iglesia a la Transición - Alfa y Omega

Un congreso reivindica la aportación de la Iglesia a la Transición

A falta de confirmarse la presencia del rey y de Pablo Casado, la Fundación Pablo VI reunirá en el 40 aniversario de la Constitución a los cardenales Sebastián y Cañizares, junto a políticos como Fernández de la Vega, Pérez Rubalcaba y Adolfo Suárez Illana

Ricardo Benjumea

Cuando se aproximan las celebraciones por el 40 aniversario de la Constitución, «sería una injusticia» silenciar el papel de la Iglesia para lograr «una transición pacífica» a la democracia. Esta es una de las razones del congreso «Iglesia en la Sociedad Democrática», que la Fundación Pablo VI, con la colaboración del a Conferencia Episcopal, celebrará los días 3 y 4 de octubre.

Al presentar el congreso, Ginés García Beltrán, presidente de la fundación y obispo de Getafe, puso el lunes en valor aquel período histórico, del que «hemos heredado un gran patrimonio de paz y de convivencia», gracias a una generación de españoles que, «con generosidad», fue capaz de «enterrar una guerra fratricida» y cerrar viejas «heridas abiertas», de modo que «una sociedad reconciliada se pudiera mirar a los ojos». Una historia –lamentó– que hoy muchos jóvenes «sencillamente desconocen» y que la Iglesia quiere reivindicar desde su vocación de «tender puentes» y promover «la convivencia de todos los españoles».

El rey y Casado, pendientes de confirmar

«La Iglesia –añadió el obispo de Getafe– no entiende de sensibilidades políticas, pero en su seno viven hombres y mujeres que pertenecen a todas las opciones políticas » y es por eso «casa para todos». Esto congreso ha querido «significarlo» con la participación de una muestra plural de quienes han desempeñado responsabilidades políticas desde entonces.

Aún pendiente de confirmar la participación del rey Felipe y la del nuevo presidente del PP, Pablo Casado, está confirmada la presencia en la sesión de apertura de la ex vicepresidenta socialista María Teresa Fernández de la Vega, quien responderá al cardenal Fernando Sebastián, representante de excepción de la generación de obispos que, con el liderazgo del cardenal Tarancón, implantó el Concilio en España y facilitó la llegada de la democracia.

Intervendrán también los históricos socialistas Alfredo Pérez Rubalcaba (quien hablará sobre educación junto al cardenal Cañizares) y Guillermo Fernández. Por parte del PP, estará Adolfo Suárez Illana, hijo del primer presidente de la democracia. Y para hablar de la «acción social de la Iglesia» habrá dos invitados de fuera: el italiano Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de Sant’Egidio, y el cardenal Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa y estrecho colaborador del Papa.

Aprender a vivir en una sociedad plural

Más allá de la nostalgia, este congreso quiere expresar la voluntad de la Iglesia de formar parte y seguir «aprendiendo a a vivir en una sociedad plural que nos sorprende a todos por los cambios tan precipitados» que experimenta. Desde «la humildad», los católicos sienten que tienen «una palabra clara» que decir a los demás, dijo García Beltrán.

En esa línea abundó el secretario general de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo, quien aclaró que «la Iglesia no es un contrincante político, pero sí tiene una visión del hombre y de la sociedad» que no puede ser ignorada como si fuera «una convidada de piedra» en el espacio público.

El portavoz de los obispos apeló a la «laicidad positiva» de colaboración Iglesia-Estado consagrada en la Constitución, frente a quienes pretende «prescindir del hecho religioso», en la peor tradición española de «correr siempre detrás del cura, con una vela o con un palo».

«Los católicos se sienten muy a gusto» en el marco constitucional, añadió, y por el hecho de serlo, no renuncian al ejercicio de su ciudadanía, iluminada por la fe». Sin pretender de «imponer el catecismo en los ámbitos parlamentarios» y «desde el respeto exquisito a los demás y a la pluralidad», tratan de «ser coherentes» y de vivir «conforme a sus convicciones».

A los 40 años de la aprobación de la Constitución, en definitiva, para el secretario general sigue siendo una tarea pendiente en España contemplar el hecho religioso y la presencia de los católicos en la sociedad «con naturalidad» y «sin complejos».