«De la cárcel interior también se puede salir» - Alfa y Omega

«De la cárcel interior también se puede salir»

La asociación Entre Pinto y Valdemoro a ayuda a los internos en su proceso de salida de la prisión

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Foto: Mari Carmen Guardia

La asociación Entre Pinto y Valdemoro (EPyV) de pastoral penitenciaria de la diócesis de Getafe ha organizado el proyecto Paracaídas, un programa de formación para voluntarios que quieren prestar su servicio en las prisiones. La presidenta de la asociación, Mari Carmen Guardia, explica que «trabajar en las cárceles es un voluntariado muy especial. No vale cualquiera y hay que estar muy preparado. El voluntario tiene que saber cómo empatizar con ese colectivo y saber dónde se mueve. Y necesita también una formación espiritual, porque somos algo más que una ONG. Nosotros vamos a las prisiones desde la esperanza del Evangelio».

EPyV cuenta entre sus recursos con una casa que ofrece cama y comida a los reclusos que salen de permiso penitenciario y no cuentan con familiares o amigos que les puedan acoger durante el fin de semana. «Pero no solo les proponemos el alojamiento y ya está –explica Mari Carmen–. Nosotros les proponemos un cambio de actitud y de vida, algo que trabajamos ya en la cárcel, antes de salir de permiso, con un programa que llamamos Vivir sin cadenas, en el que les ofrecemos recuperar los valores que perdieron. También les presentamos su realidad y les enfocamos a ser responsables de su vida. Incluso trabajamos con ellos el perdón hacia las víctimas».

Por el programa pasan cada año cerca de 300 personas, y la casa acoge alrededor de 3.000 estancias. ¿Es un voluntariado bonito? «Es muy duro pero es precioso –responde Mari Carmen sin dudar–. A veces tienes satisfacciones maravillosas, como cuando te reencuentras al cabo de los años con personas que han rehecho su vida. Porque de la cárcel se sale, pero luego está la cárcel interior. De todo eso se puede salir, aunque es un trabajo duro que requiere esfuerzo».