Tecnología punta para la evangelización - Alfa y Omega

Tecnología punta para la evangelización

José Calderero de Aldecoa
Abraham Otero y David González, responsables del Punto Digital Católico. Foto: José Calderero de Aldecoa

Para evangelizar en las redes, lo primero es «huir de la actitud radical» según la cual solo vale «difundir propuestas muy explícitas», asegura José Fernando Juan, colaborador de iMisión. Tal vez uno consiga así el aplauso desde las propias filas, pero al alejado va a alejarlo aún más, advierte este educador, uno de los participantes en una mesa redonda del congreso Católicos y Vida Pública dedicada a las redes sociales. «Es más interesante estar presentes en debates sobre economía, política, familia… en Twitter o Facebook y aportar en ellos nuestra visión de la vida».

Lo que no debe cuestionarse es la necesidad de estar presentes en estas redes. «Pertenecemos a una institución que habitualmente reacciona con parsimonia ante los adelantos tecnológicos, pero se ha demostrado la importancia de llegar primero a determinados ámbitos. Solo así, cuando estos se vuelvan significativos para la sociedad, la Iglesia ocupará una posición de relevancia», subraya José Fernando Juan. Para ello «hay que saber leer los signos de los tiempos digitales para estar proyectados en el futuro».

Desde esa convicción, el Congreso Católicos y Vida Pública instaló un Punto Digital Católico, un espacio donde se daba a los congresistas la oportunidad de admirar y jugar con los últimos adelantos tecnológicos, suscitando una reflexión sobre las posibilidades que ofrecen para la evangelización. Los congresistas pudieron ser testigos de cómo una impresora 3D hacía una reproducción exacta de la Piedad de Miguel Ángel, o trasladarse a la Jerusalén de tiempos de Jesús gracias a unas gafas de realidad virtual. «Con esta tecnología podríamos sentarnos en la montaña y escuchar a Jesús proclamar en directo las bienaventuranzas. Estaríamos hablando de una evangelización por inmersión», dice Abraham Otero, coordinador del Grado de Ingeniería Biomédica del CEU y uno de los responsables del Punto Digital Católico.

Pero las tecnologías tienen su lado oscuro. Pueden llegar a «generar en el cerebro el mismo circuito que se activa cuando sufrimos adicciones a las drogas», advierte Cristina Noriega, profesora de Psicología Social en el CEU y terapeuta familiar, quien junto a la subinspectora de la Policía Isidora Cortés se encargó durante el congreso de arrojar luz sobre estas sombras.