Fútbol por la fraternidad en Buenos Aires: musulmanes y judíos, unidos en San Lorenzo de Almagro - Alfa y Omega

Fútbol por la fraternidad en Buenos Aires: musulmanes y judíos, unidos en San Lorenzo de Almagro

Futbol en Buenos Aires no tiene por qué ser sinónimo de conflicto. Frente al espectáculo de violencia en el River-Boca, la primera cancha del Club San Lorenzo de Almagro (el equipo del Papa y el lugar donde se conocieron sus padres) reunió a jóvenes musulmanes y judíos en un partido por la paz organizado por la ONG La Alameda

Lucas Schaerer

La paz y la fraternidad a través del deporte. Así lo demostraron este miércoles 21 de noviembre, por la noche, en el primer partido de fútbol por la paz en la ciudad de Buenos Aires, entre los jóvenes senegaleses de religión musulmana que migraron a la Argentina y los judíos argentinos organizados en Menora, la Organización Mundial para la Juventud que desde la sinagoga de la calle Camargo impulsa el rabino Isaac Sacca.

La Alameda fue el articulador junto al asesor de Pino Solanas, Flexa Correa Lopes del futbol por la paz. Es que hace unos meses atrás el rabino Sacca visitó la sede de la organización en Parque Avellaneda para reunirse con su titular Gustavo Vera. Tras conocerse surgieron varias iniciativas orientadas a la cultura del encuentro. Entonces el rabino recibió en su sinagoga en el barrio de Villa Crespo a un grupo de jóvenes trabajadores senegaleses que vienen sufriendo embates de la policía y la discriminación en los trámites como migrantes. Fue entonces que los jóvenes de la comunidad judía, organizados en Menora por Ariel Berim, propusieron un partido de fútbol con los jóvenes senegaleses que profesan la religión musulmana.

La cancha donde se jugó el partido por la paz y la fraternidad fue donde nació el Club San Lorenzo de Almagro, en la calle México 4050, hoy colegio parroquial San Antonio que en 1908 el sacerdote salesiano Lorenzo Massa fundó el equipo de fútbol que simpatiza el Papa Francisco. A tan sólo una cuadra de allí, en la calle Castro al 700, fue el primer hogar de Jorge Mario Bergoglio, y justamente en San Antonio se conocieron los padres del Sumo Pontífice.

Las comunidades jugaron mezcladas. Esto generó mucho dialogo en el partido al finalizar. Se distinguían por los colores de las pecheras amarillas y blancas confeccionadas gratuitamente por la marca No Chains (Sin Cadenas) de la Alameda, cuyos trabajadores son en gran medida antiguas víctimas de trata, que recibió los rollos de telas aportados sin costo por un empresario de la comunidad judía. Mientras que el Club Atlanta, del que es simpatizante Gustavo Vera y gran parte de los jóvenes de la Sinagoga de Camargo, regaló dos pelotas de fútbol que tras el partido firmaron los jugadores de cada comunidad para regalarse.

Una hora duró el partido que contó con un árbitro senegalés, la pelota aportada por el encargado de San Antonio terminó colgada en un techo de la institución. El espíritu del encuentro fue de alegría total y buen vínculo aunque era la primera vez que se conocían.

La promesa es seguir realizando encuentros deportivos por eso las pecheras se llevaron a lavar y las pelotas por ahora se mantienen con las dedicatorias por la paz.