Porras y O'Malley: dos cardenales cercanos al Papa apoyan al presidente interino Guaidó de Venezuela - Alfa y Omega

Porras y O'Malley: dos cardenales cercanos al Papa apoyan al presidente interino Guaidó de Venezuela

El cardenal Baltasar Porras, arzobispo de Mérida y administrador apostólico de Caracas, apoya el cambio y pide que se produzca «de manera pacífica y con el menor trauma posible». También desde Panamá, el arzobispo de Boston anima a los militares venezolanos a apoyar al presidente interino. «Si esto fracasa –se pregunta–, ¿cuál será el futuro de Venezuela? La gente se muere de hambre en el país con más petróleo del mundo. Es una desgracia»

Redacción

La proclamación de Juan Guaidó como presidente interino ha abierto en Venezuela un escenario de incertidumbre pero también de esperanza, según traslada a la agencia Efe el cardenal Porras en Panamá, donde participa en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), mientras sigue minuto a minuto los sucesos en su país.

El arzobispo de Mérida y administrador apostólico de Caracas, Porras, hombre de confianza del Papa Francisco, asegura no haber podido todavía verse con el Pontífice, pero «está en permanente contacto» con él, así como con su secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin (antiguo nuncio en Venezuela) y con el sustituto de la secretaria de Estado, el venezolano Edgar Peña, responsable de las relaciones exteriores del Vaticano.

El cardenal Porras

Porras comenta que en Panamá ha recibido «una solidaridad enorme, no solo de los obispos de todo el mundo y de las delegaciones, sino de gente que por la calle se interesa de lo que está pasando en Venezuela y Nicaragua y que expresan solidaridad y esperanza por ese cambio que era necesario para vivir en libertad y en paz».

«La verdad y el bien no están en estos momentos con quienes no respetan la vida, ni los derechos de los demás y la libertad hay que construirla entre todos», asevera.

Su deseo es que el cambio en Venezuela «se pueda dar lo mas pronto posible y de la manera pacifica y con en el menor trauma también posible».

La Iglesia del país, asegura en entrevista con Efe, va a seguir en estos días «acompañando a la gente» y pidiendo «como ha hecho hasta ahora» que haya respeto a la vida y a los bienes y que se reconozca «que hay una ilegitimidad en el ejercicio del poder, que debe ser para traer un bienestar para el pueblo».

Hasta ahora en Venezuela, dice, «ha pasado todo lo contrario, solo se ha traído pobreza, la falta de medicamentos, la violencia y este terrible éxodo».

En cuanto al peligro de que pueda estallar una guerra civil, Porras no cree «en absoluto» que se den las condiciones. Para eso «tienen que existir dos grupos armados y las armas están solo de una sola parte» en estos momentos: el Gobierno de Nicolás Maduro.

«Creo que hay mucha conciencia y serenidad y no solo en la dirigencia sino también en la población, que no quiere que se propicie ningún tipo de conflicto armado porque sería peor, porque las heridas que quedarían serían muy difíciles sanarlas y se acabaría con la búsqueda de una solución pacífica y lo menos traumática posible», agrega.

No obstante, Porras insta a la población a «no desfallecer» y a que «no sea la emocionalidad y el fanatismo el que nos lleve por otros derroteros».

En lo que respecta a la Iglesia local y a la Santa Sede, contribuirán en lo que estén en su mano a resolver la situación de modo facilitando la búsqueda de «entendimiento y salidas a la situación que se ha creado, pues la misión de la Iglesia, sin ningún protagonismo, ha sido solo la búsqueda del beneficio de la población».

Sean O’Malley, arzobispo de Boston

Cardenal O’Malley: «Tiene que haber un cambio»

También desde Panamá se ha pronunciado sobre Venezuela con toda claridad el cardenal de Boston miembro del grupo de cardenales que ha asesorado al Papa en la reforma de la curia y buen conocedor de América Latina.

En una entrevista con varios medios de comunicación, entre ellos la revista America y el diario español El País, el purpurado estadounidense se ha mostrado «decepcionado» al ver que «los militares no estén todavía con el presidente interino Guaidó. Venezuela ha heredado corrupción e incompetencia y la gente sufre mucho. Tiene que haber un cambio. Juan Guaidó ha propuesto una fórmula que podría evitar una guerra civil y más violencia si tuviera más gente apoyándole desde el Gobierno y el Ejército».

En Venezuela «la gente sufre demasiado». La esperanza del arzobispo de Boston es que este movimiento de Guaidó logre desbloquear la situación. «Rezo muy duro, estoy preocupado por su seguridad», afirma O’Malley. «Si esto fracasa, ¿cuál será el futuro de Venezuela? La gente se muere de hambre en el país con más petróleo del mundo. Es una desgracia».

Agencias / Redacción