El Papa está dispuesto a mediar en Venezuela «si ambas partes lo quieren» - Alfa y Omega

El Papa está dispuesto a mediar en Venezuela «si ambas partes lo quieren»

El documento cristiano-musulmán de Fraternidad Humana fue preparado con la máxima discreción a lo largo de casi un año

Juan Vicente Boo
Rueda de Prensa al regreso de los Emiratos Árabes Unidos. Foto: ANSA

Durante el vuelo de regreso a Roma después de tres días en Abu Dabi, el Papa Francisco ha comentado a los periodistas que todavía no ha leído la carta de Nicolás Maduro, pero que el Vaticano está dispuesto a mediar en Venezuela «si ambas partes lo quieren».

La absoluta concentración de estos días en el primer viaje de un Papa a la península Arábiga le ha impedido ocuparse de otros asuntos, pero su disposición es abierta:«Veremos qué se puede hacer». De todos modos ha advertido que «para que se haga una mediación es necesaria la voluntad de ambas partes, ambas tienen que pedirla».

Según Francisco, en el intento de mediación anterior -a cargo de varios exmandatarios entre los que figuraba José Luis Rodríguez Zapatero- «la Santa Sede fue parte del diálogo», pero al final «salió solo un ratoncito, humo…». Por lo tanto, «ahora veré la carta y veremos qué se puede hacer. Pero la condición inicial es que ambas partes lo quieran. La condición es que tienen que querer antes de pedir una facilitación, observación o mediación».

El gran objetivo del viaje a los Emiratos Árabes Unidos, el primero de un Papa a la Tierra Santa del Islam, era mejorar las relaciones con los musulmanes. Los logros han sido espectaculares, sobre todo la firma del documento conjunto sobre Fraternidad Humana por parte del Papa y el Gran Imán de la Universidad de Al-Azhar, líder religioso de mil cien millones de musulmanes sunníes.

Un año para gestar el documento

El Santo Padre ha revelado que «el documento fue preparado con mucha reflexión y oración, tanto por el Gran Imán con su equipo como yo con el mío. Hemos rezado mucho para lograr hacer este documento. Se ha elaborado a lo largo de casi un año, con idas y vueltas, y oración. Ha ido madurando de manera confidencial para no dar a luz al bebé antes de tiempo. He oído a algunos musulmanes que el documento será estudiado en la universidad. Seguro en la de Al Azhar, y también en las escuelas. Estudiado, no impuesto».

Según Francisco, «en este momento hay un solo peligro grande: la destrucción, la guerra, el odio entre nosotros. Y si nosotros, creyentes, no somos capaces de darnos la mano, abrazarnos, besarnos, e incluso rezar, nuestra fe está derrotada. Dios es el Padre de todos y el Padre de la paz. Condena cada destrucción, cada acto de terrorismo».

Reconociendo que alguno pueda acusarle de haberse dejado manipular por el Islam, el Santo Padre ha comentado con buen humor que «¡No solo por los musulmanes! Me acusan de dejarme utilizar por todos, incluso por los periodistas. Es parte del trabajo».

Según el Papa, «el documento no se ha movido un milímetro del concilio Vaticano II, que es incluso citado. Lo hice leer por teólogos y también por el teólogo de la Casa Pontificia, un dominico. Yo entiendo que a algunas personas no les guste, pero es un paso adelante, no atrás».

Los «sabios» del Consejo Musulmán de Ancianos

Respecto a su reunión a puerta cerrada con el Consejo Musulmán de Ancianos, creado por los Emiratos para promover la paz y presidido por Ahmed Al Tayyeb, el Papa ha revelado que «habló primero el Gran Imán y después todos, empezando por el más viejo, que hablaba en español. Y así hasta el más joven, que habló poco, pero dijo todo en un vídeo. Bellísimo».

En su opinión, «la palabra clave es sabiduría. Después, fidelidad, que nos lleva a la construcción de la paz. La paz es resultado de la sabiduría. Yo me quedé con la impresión de haber conocido sabios. Es una garantía para el Gran Imán tener este Consejo».

Francisco estaba agradecido por el extraordinario recibimiento de los Emiratos, pues «yo interpreto todos los gestos de bienvenida como gestos de buena voluntad. Cada uno los hace de acuerdo a su cultura. Querían hacer de todo, cosas grandes y pequeñas, porque notaban que la visita del Papa era algo bueno. Alguno ha dicho incluso que es una bendición. Dios lo sabrá».

Un país moderno

Francisco ha visto que los Emiratos son «un país moderno. Me ha impresionado la ciudad, la limpieza de la ciudad. Cómo hacen para regar las flores en este desierto. Es un país moderno, que acoge a tantos pueblos que viven acá. Y también un país que mira al futuro, pues algún día les faltará el petróleo y ya están viendo qué hacer cuando pase».

Pero, sobre todo, valora que es un país abierto, no cerrado. También la religiosidad. Es un islamismo no cerrado, abierto, de diálogo y de paz. Subrayo la vocación a la paz que tienen, a pesar de que haya algunos problemas de guerra en la zona».

El Papa ha confesado que le resultó «muy conmovedor el encuentro con los sabios del Islam. Es algo profundo, con integrantes de varias culturas. Esto indica también la apertura de este país a un cierto diálogo, regional, universal, religioso… También me conmovió el encuentro interreligioso. Es un hecho cultural fuerte. Seguramente hay cosas negativas, pero en un viaje de tres días, no se ven. Y si se ven, uno mira a otra parte».

Viaje a Marruecos

Respecto a su viaje a Marruecos a finales de marzo, Francisco ha revelado que «yo quería haber ido a Marrakech (para la firma de los pactos globales de Naciones Unidas sobre Refugiados e Inmigración), pero había problemas de protocolo. No podía ir a un encuentro internacional, sin visitar antes el país, y no tenía tiempo».

El próximo mes hará ese viaje siguiendo «el camino de Juan Pablo II, que fue el primero en ir», al mismo tiempo que prepara visitas similares pues han llegado «invitaciones de otros países árabes. Este año no hay tiempo, pero quizá el año que viene. Sea yo o el próximo Pedro».

Abuso de menores

En paralelo al problema del abuso de menores y su encubrimiento, que serán objeto de la cumbre antipederastia de presidentes de conferencias episcopales de todo el mundo a finales de febrero, el Papa ha reconocido que el abuso de mujeres por parte de sacerdotes «también se da en la Iglesia. En algunas culturas de manera más fuerte».

Ha puntualizado que «no es algo que todos hagan, pero hay sacerdotes y obispos que lo hicieron, y aun lo hacen. Me alegra que estemos trabajando en esto. Algunos sacerdotes han sido expulsados e incluso hemos tenido que cerrar algunas congregaciones femeninas. Yo no puedo decir que en mi casa no ocurre (el abuso de mujeres). ¿Tenemos que hacer aún más? Sí. ¿Tenemos la voluntad? Sí. Recen para que podamos seguir adelante. Yo quiero seguir adelante».

Juan Vicente Boo / ABC