Para que el Camino lleve a Jesús (por Santiago) - Alfa y Omega

Para que el Camino lleve a Jesús (por Santiago)

La experiencia del Camino de Santiago es tan intensa que, cada año, aumenta el número de personas que se lanzan a recorrer las sendas jacobeas, por los diferentes itinerarios que recorren la península. Sin embargo, no todos los caminantes son peregrinos, y son muchos los que van hasta Compostela por motivos deportivos, turísticos o incluso relacionados con la new age. Por eso, el Instituto Teológico Compostelano San Martín Pinario acoge desde el martes el II Congreso Internacional de Acogida cristiana y nueva evangelización en el Camino de Santiago, que busca aprovechar las oportunidades que brinda la ruta para propiciar en los caminantes un encuentro real con Cristo vivo

José Antonio Méndez
Dos peregrinos rezan ante una imagen de Santiago, en Roncesvalles

«Una cosa es hacer el Camino a Santiago, y otra muy distinta es hacer el Camino de Santiago. Yo hago el Camino de Santiago —que es el que te lleva a Jesús—, y por eso soy un peregrino, no un turista, ni un deportista, ni un buscador espiritual, ni zarandajas en vinagre». Hace un par de años, un veterano peregrino daba esta explicación a un grupo de jóvenes, en un pintoresco bar de Sobrado dos Monges, en plena ruta jacobea, mientras hacía un descanso para comer y seguir su andadura hasta el sepulcro del Apóstol. Y aunque no lo sabía, estaba sintetizando la esencia secular del Camino que recorre la península ibérica —e incluso prácticamente toda Europa—, a través de diferentes rutas: propiciar, de un modo u otro, el encuentro con Cristo, el amigo del Apóstol Santiago.

Gran potencial evangelizador

Sin embargo, y a pesar de su clara connotación religiosa, cada vez son más las personas que se lanzan a la aventura del Camino movidos por una curiosidad turística, por el deseo de una aventura deportiva o, incluso, por pintorescas creencias panteístas o new age, que no sólo no tienen nada que ver con la fe católica, sino que, de hecho, son contrarias a ella. El problema, claro, no es cuál sea la motivación inicial de estos caminantes, sino que lleguen a Compostela sin que nadie, a lo largo de los cientos de kilómetros —en ocasiones, miles— que componen el trazado, les anuncie el Evangelio ni les haga una propuesta para descubrir o redescubrir la fe cristiana, o sea, la fe de Santiago.

Para analizar por qué se produce esta situación y, sobre todo, para corregirla y exprimir todo el potencial evangelizador del Camino de Santiago, el Instituto Teológico Compostelano San Martín Pinario y la archidiócesis compostelana han celebrado el II Congreso internacional de Acogida cristiana y nueva evangelización en el Camino de Santiago, con el lema El Apóstol Santiago y la búsqueda de Dios en el Camino. A través de mesas redondas, conferencias y comunicaciones, en las que han intervenido, entre otros, el arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, el arzobispo castrense, monseñor Juan del Río, el obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño, monseñor Juan José Omella, y el obispo auxiliar de Madrid, monseñor Juan Antonio Martínez Camino, el Congreso —que se clausura hoy— ha abordado la importancia del Camino en el contexto de la secularización de Europa, la acogida cristiana en los albergues de la Iglesia, el acompañamiento espiritual durante la ruta y los retos del Camino como lugar para desarrollar la nueva evangelización reclamada por san Juan Pablo II, Benedicto XVI y el Papa Francisco.