Carlos Romero Caramelo: «Debemos ser capaces de influir en la política»

¿Qué prioridades tiene para este segundo mandato?
Tenemos que avanzar en el fortalecimiento de la participación de los católicos en la vida pública, y concretamente en la sociedad civil, que en España no está vertebrada, no tiene capacidad de influencia. Los partidos políticos tienen una labor fundamental, pero el resto no podemos conformarnos con ir a votar listas cerradas cada cuatro años.

Usted ha hablado tanto de incentivar la participación en la vida pública de los propagandistas a título individual, como de aglutinar al laicado católico para una acción concertada.
Efectivamente. Los católicos debemos trabajar unidos en lo esencial. No digo -además lo rechazo- un partido político católico. Me refiero a la participación en los partidos, pero también en los medios de comunicación, en la educación, en la cultura… Si fuéramos capaces de ir articulando esa acción nos iría a todos mucho mejor.

¿Qué lectura hace del varapalo a los grandes partidos en las elecciones europeas?
Lo primero que pienso es que tienen que sentarse a estudiar por qué ha pasado esto, con humildad, con sinceridad y con autocrítica. No pueden limitarse a echarle la culpa al de enfrente. ¿Por qué han perdido tantos millones de votos?

Pero el problema es también que la sociedad civil ha dejado en manos de los partidos políticos todas las grandes decisiones. Los partidos tienen un exceso de poder. Y toman sus decisiones pensando normalmente sólo en las próximas elecciones, en qué hacer para ganar votos. No miran a largo plazo, no piensan en qué necesita la sociedad, porque afrontar eso con seriedad puede costarles votos. Pero la sociedad civil debe estar encima de ellos. Tenemos que ser más responsables. No podemos estar en la política del día a día, eso es imposible, pero sí cuando se toman las grandes decisiones. No podemos limitarnos a ir a votar, debemos ser capaces de influir.

¿Y la acción en el mundo de la cultura? Ha dicho usted que ésta será otra de sus grandes prioridades.
La izquierda —y, a veces, una izquierda agresivamente laicista— se ha apropiado de la cultura, y yo me pregunto por qué. Últimamente se han estrenado varias películas de temática religiosa con bastante éxito… Se puede hacer esto con normalidad, con naturalidad. Los católicos siempre hemos estado en el mundo del arte (basta visitar cualquier museo para comprobarlo), así que no veo por qué ahora no podemos estar en el cine o en la música. Debemos estar más presentes en la cultura, y no sólo, ni principalmente, para hacer un arte de tipo confesional, sino para aportar una mirada cristiana de la realidad. Somos muchos católicos, en España y en el mundo, pero en el ámbito de la cultura, estamos desaparecidos.

¿Qué hay de aquel objetivo que se marcó usted de fomentar la vida espiritual de la asociación, con más retiros y Ejercicios?
Una asociación como la nuestra necesita una vida espiritual importante. Esa espiritualidad es individual, pero la ACdP debe incentivarla, animarla. Nuestros tres pilares fundamentales son la oración, la formación y la acción. Pero para llegar a la acción, hay que pasar por la oración, y evidentemente por una buena una formación para actuar en la vida pública.

Próximamente, van a traerse a Madrid las reliquias del Beato Luis Campos Górriz.
Sí, traemos a finales del mes de junio las reliquias de nuestro primer Beato, Luis Campos Górriz, que fue Secretario General de la Asociación y del CEU, y jovencísimo propagandista asesinado durante la Guerra Civil. Las traemos a la capilla del Colegio Mayor. Yo espero que sea una ceremonia entrañable para los propagandistas.

Estas semanas, afronta usted también un viaje importante a la Santa Sede. ¿Con qué objetivo?
Siempre que vamos a Roma es para ponernos a disposición de la Santa Sede. No vamos a pedir nada, que supongo que es lo que hará mucha gente, y no lo critico, sino al revés, a ofrecernos. Y ahora tenemos el reto de la familia, con el próximo Sínodo de octubre y otro más en 2015. Éste será el tema del próximo Congreso Católicos y Vida Pública, del que saldrá próximamente un avance del programa.

¿Un Sínodo bis en Madrid?
¡No sé si llegaremos a tanto! Pero sí vamos a hablar de la familia de forma coordinada con la Santa Sede, para ir en la misma línea.

Además del Congreso, ¿qué líneas de acción se plantea, en el ámbito del matrimonio y la familia, la ACdP?
Algo fundamental es siempre el testimonio personal. Que los demás vean la belleza del matrimonio, de la familia, de los hijos…, de eso que algunos, de forma despectiva, llaman familia tradicional, y que deberíamos llamar familia natural. Pero eso no quiere decir que no atendamos también a otras realidades que existen y conviven con nosotros, y a mucha gente que sufre por ello, incluidos muchos católicos, que, por distintas circunstancias de la vida, están en una situación muy complicada. También a esas personas hay que atenderlas. Y yo creo que el Papa Francisco va por ahí.