«España no ayuda a aclarar la muerte de Oswaldo Payá» - Alfa y Omega

«España no ayuda a aclarar la muerte de Oswaldo Payá»

Los muchos interrogantes que rodean a la muerte del opositor cubano-español Oswaldo Payá y la del dirigente cubano Harold Cepero; la situación de la Iglesia en Cuba; y los proyectos para democratizar la isla desde dentro, fueron los ejes de la Audiencia privada entre el Papa Francisco y la viuda de Oswaldo Payá, Ofelia Acevedo, y sus hijos Oswaldo José, Rosa María y Reinaldo. El encuentro tuvo lugar el pasado día 14, aunque no se hizo público hasta hace sólo unos días. Alfa y Omega ha hablado con Carlos Payá, hermano del fallecido líder demócrata, que se lamenta de que ni la Unión Europea ni el Gobierno español han mostrado verdadero interés en aclarar su muerte, a pesar de que tuviera nacionalidad española

José Antonio Méndez
Procesión de la Virgen de la Caridad del Cobre, en Madruga (Cuba)

«Ofelia y mis sobrinos le han planteado al Papa Francisco tres temas: la necesidad de que se esclarezcan las muertes de mi hermano Oswaldo y de Harold Cepero; la situación de la Iglesia en Cuba; y nuestro gran objetivo, el Proyecto Varela, o sea, la celebración de un plebiscito legal, avalado por 25.000 firmas, para que el régimen celebre un referendum democrático». Así explica don Carlos Payá, representante en España del Movimiento Cristiano Liberación (MCL) y hermano del líder demócrata cubano Oswaldo Payá (fallecido en un supuesto accidente de coche, en 2012), la reciente Audiencia que el Papa Francisco ha concedido a la viuda de Payá, Ofelia Acevedo, y a sus tres hijos Oswaldo José, Reinaldo y Rosa María. Una Audiencia en la que «el Papa se mostró muy interesado y cercano; y según han dicho Ofelia y Rosa María, también se notaba que conocía muy bien la situación».

Carlos Payá, durante la entrevista

El primero de esos asuntos es, sin duda, el más espinoso, pues la muerte de Oswaldo Payá (y del otro líder demócrata cubano, Harold Cepero) sigue envuelta en una nebulosa de contradicciones, que las autoridades castristas parecen dispuestas a mantener, «porque casi dos años después ni nos han dado las autopsias». Carlos Payá evita hacer especulaciones, pero reclama «ayuda para saber la verdad», pues la enumeración de contradicciones es larguísima: los primeros en pasar por el paraje del supuesto accidente fueron casualmente un teniente coronel del Ejército junto a su patrulla de militares especializados en control de amenazas terroristas; las fotos oficiales del accidente muestran el coche, primero volcado y sin parachoques, luego empotrado contra un árbol y con parachoques, y después en la carretera otra vez sin parachoques y con Payá tendido en el suelo; el español Ángel Carromero, que conducía el vehículo, despertó en un pequeño hospital rodeado de militares; los primeros mensajes que se transmitieron hablaban de que un coche había sacado de la carretera al que conducía Carromero; el otro testigo alega una pérdida selectiva de memoria en el momento del accidente; el régimen alega que Payá murió en el acto, aunque quien preparó su cadáver confirmó a la viuda que las heridas no coincidían con esa posibilidad… «A pesar de todo, y de que Oswaldo era ciudadano español, no hemos conseguido que el Gobierno de España ordene una investigación internacional seria. España no ayuda a aclarar la muerte de Oswaldo», se lamenta el representante del MCL.

Payá también explica que la denuncia que hacía su hermano es la misma que su familia ha trasladado al Papa: «En Cuba se está dando un cambio-fraude, en el que, ante pequeñas aperturas económicas controladas por el régimen, la Unión Europea ha dejado de exigir el respeto a los derechos humanos y a las libertades. Esos cambios económicos no traen cambios políticos, como decía Oswaldo, poque están enfocados a manter la Junta económico-militar, que quiere pasar del comunismo salvaje a un capitalismo salvaje, para mantenerse en el poder. Y eso va a aumentar mucho más la pobreza real que hay en Cuba».

El Papa Francisco, junto a la viuda y los tres hijos de Oswaldo Payá

A pesar de todo, Carlos Payá no pierde la esperanza: «Nuestro movimiento de resistencia democrática se llama Liberación, porque sabemos que quien nos ha liberado es Jesucristo. Él es el que nos ha hecho libres y ningún régimen podrá quitarnos la libertad, que antes o después terminaremos reconquistando. Es nuestra esperanza, y nuestra certeza».