La periferia de la ancianidad - Alfa y Omega

Existen muchas periferias que el Papa cita en sus homilías y discursos. En la Jornada de la Juventud en Brasil el Papa dijo que eran unas jornadas incompletas porque faltaba la ancianidad, llevándose un gran aplauso de los jóvenes asistentes. Una periferia, la ancianidad, que, sin embargo, no impide en un mundo en constante evolución el testimonio cristiano de nuestros militares, presentes en hermandades y asociaciones de veteranos. Al igual que en los actos militares como juras o conmemoraciones del arma se honra a las familias, también en la periferia de la vejez nuestros compañeros retirados de la actividad militar están presentes en el ejemplo de su sacrificio y generosidad, en la sabiduría de su experiencia, en la luz de sus ideales, en el testimonio de su entrega a la patria a la que un día como jóvenes cadetes y guardias marina, alumnos suboficiales, soldados y marineros, juraron defender.

En la mediocridad de la sociedad occidental, la identidad cristiana se custodia en la herencia espiritual de nuestros viejos soldados. Ya no montan guardias en garitas y puestos de mando de unidades, barcos y cuarteles. Ni despliegan efectivos para cumplir la misión encomendada. No comparten tertulias en desiertos de arena o de olas, bajo las estrellas y el sol, en las tempestades del invierno y los días de primavera. Pero sus ideales de patriotismo y espiritualidad cristiana perviven en los militares de hoy, alientan su vocación de servicio a España y orientan su entrega a la defensa de nuestro pueblo, ideales encarnados en las distintas asociaciones y hermandades de veteranos de nuestras Fuerzas Armadas.

Con la satisfacción del deber cumplido, nuestros viejos soldados se han debido retirar de la primera línea de combate. Mas no han ido a las trincheras de la comodidad, sino que luchan por los valores cristianos en otro campo de batalla, el de las tradiciones y el humanismo cristiano en la sociedad española. Con palabras del Papa Francisco en su discurso a las familias del mundo en 2013, «son la sabiduría de la familia, la sabiduría de un pueblo. Y un pueblo que no escucha a los abuelos, es un pueblo que muere». En nuestros viejos soldados, la vida de nuestra patria.