El diálogo que abre fronteras - Alfa y Omega

El diálogo que abre fronteras

Mientras casi la mitad de los europeos reconoce en plena campaña de las elecciones comunitarias que prefiere que su país no acepte más refugiados, varias organizaciones en distintos países demuestran que el intercambio cultural y religioso entre locales y migrantes da resultado. Es el caso de Elisabeth Palugyay en Austria y Nejra Kadic en Croacia, becadas este año por el KAICIID, que estuvieron de visita en España la pasada semana

Fran Otero
Uno de los encuentros Crosstalk de la Cruz Roja en Austria en el que se encontraron refugiados y abuelos austríacos. Con jersey azul, Elisabeth Palugyay. Foto: Cruz Roja

La encuesta que YouGov ha realizado para siete periódicos europeos –entre ellos El País– pone de manifiesto algo que ya se podía advertir: que la cuestión migratoria va a marcar el voto de muchos ciudadanos por todo el continente. A día de hoy, la principal preocupación de los europeos es la inmigración (35 %), cuando en 2014, la cita electoral previa, era la situación económica y el paro. Pero, además, son mayoría los ciudadanos que prefieren que sus países no acepten más refugiados de zonas de conflicto (46 %) frente a los que apuestan por una sociedad acogedora (25 %) y aquellos que muestran indiferencia (22 %). El resto (6 %) no sabe ni contesta.

La encuesta también deja otras conclusiones interesantes: que los mayores de 65 años y las personas con menor formación y estudios son las que mayor nivel de rechazo muestran hacia los migrantes. Los jóvenes se muestran más abiertos en este sentido.

Esta realidad que vive el continente europeo hace más urgente si cabe una estrategia que acabe con la desconfianza y el miedo hacia los migrantes. Y eso tiene un remedio, según las organizaciones que trabajan a pie de calle con estos colectivos y con las comunidades locales: el diálogo, que puede llevar el apellido de interreligioso o intercultural.

Elisabeth Palugyay es la responsable de la sección de Migrantes y Apoyo al Refugiado de la Cruz Roja en Austria. Becada por el KAICIID, una organización intergubernamental –de la que forma parte España– que promueve el diálogo intercultural e interreligioso, también es miembro fundadora de la Red para el Diálogo de esta institución que reúne a diversas organizaciones europeas, religiosas y no religiosas, que trabajan por la integración de los refugiados mediante el diálogo.

Ella misma sabe que es posible y que el encuentro cambia actitudes y opiniones como se demuestra en uno de los proyectos estrella de la Cruz Roja de su país, los Crosstalk, que son encuentros donde personas de distintas culturas, idiomas y religiones entran en contacto poniendo el foco en el diálogo y que suelen ser moderados por una figura que llaman embajadores, que pueden ser oriundos del país o refugiados ya integrados en la sociedad. Por ejemplo, fue significativo el encuentro de cinco refugiados de Irak, Afganistán y Egipto con tres abuelas [en la foto] en un local de moda en Viena hace unos meses. Primero cocinaron postres típicos de sus respectivas culturas como la baklava, un pastel turco, o la famosa tarta de manzana austríaca. Luego pudieron compartir una distendida conversación y caer en la cuenta, según reconocía tras el encuentro Palugyay, que son más cosas las que les unen que las que les separan.

Especialmente novedosa fue la iniciativa que, aprovechándose de la dinámica de los encuentros de citas rápidas para conocer gente, promueve el diálogo interreligioso entre personas de distintas tradiciones. Se habla en pareja durante cinco minutos y, transcurrido ese tiempo, toca conocer a más gente.

Elisabeth Palugyay se muestra convencida, en conversación con Alfa y Omega, de que «podemos aprender unos de otros, conocernos y crear relaciones». Además, por su experiencia, afirma que el éxito está asegurado. «Para las personas que vienen a nuestros encuentros el resultado es muy positivo», añade. Ante la corriente antimigratoria que se puede ver fundamentalmente en la política, Palugyay afirma que «Austria es una historia de migraciones y una sociedad muy acogedora». En este sentido, cree que se debe seguir trabajando en la acogida y la integración, pues una cosa es la política y otra lo que sucede sobre el terreno.

Nejra Kadic, de origen bosnio croata, lleva a cabo una labora similar en Croacia a través del Centro para el Diálogo Cultural, que también participa en la Red para el Diálogo del KAICIID, y en la comunidad musulmana de Croacia. Fue la relatora para su país en el Informe Europeo sobre Islamofobia. En Zagreb desarrolla diferentes actividades relacionadas con la integración y colabora con las autoridades locales. Por ejemplo, durante el Ramadán ha llegado a acuerdos para que los musulmanes de cualquier punto de la ciudad puedan llegar en transporte público al Centro Cultural Islámico para participar en la ruptura del ayuno.

Kadic incide en la importancia de combatir la desinformación sobre los migrantes. Reconoce que hay agentes sociales y políticos que intentan esparcir ideas negativas sobre este colectivo y por eso reclama responsabilidad a los medios de comunicación. Con todo, urge a las administraciones a dotar de un presupuesto suficiente a las estrategias, pues es el primero «el que muestra la voluntad política». «Las estrategias sin dotación económica no sirven para nada», concluye.