Cristianos en las elecciones europeas - Alfa y Omega

¿Por qué no nos interesamos más por las cuestiones de Europa? La desafección por la política en España es muy grande, pero cuando se trata de la política a nivel europeo la escasa participación es clamorosa. En España elegimos el próximo 26 de mayo a 59 eurodiputados. Según las encuestas el PSOE volvería a ser la fuerza más votada en España, seguidos de PP y Ciudadanos, pero a nivel global, tanto populares (PPE) como socialistas (S&D) perderían unos 87 escaños y ya no sumarían la mayoría absoluta en una Eurocámara en la que, de 715 parlamentarios (705 cuando ya no esté el Reino Unido), entrarían 150 diputados eurófobos.

«Eurófobos» o lo que es igual, «que odian a Europa». ¿cómo es eso posible? De nuevo los independentismos parecen insertarse en la política, también en la más global, pero no pasa desapercibida esa ironía de que debería ser imposible hablar de «desunión», en la Unión Europea. El famoso Bréxit (o salida del Reino Unido de la UE) está haciendo mella.

Todo esto, unido a la gran fragmentación que se vive en el contexto parlamentario europeo, suman los tres retos esenciales de las próximas elecciones que podríamos resumir en: Bréxit, desaparición de la gran coalición (PPE + S&D) y fragmentación y creación de nuevos grupos parlamentarios, en general, más extremistas y populistas, tanto a derecha como a izquierda.

¿Y bien, en todo este contexto y como cristianos, cuál es nuestro papel y responsabilidad? ¿Cómo pueden los valores cristianos moldear la política europea? Precisamente sobre esto se debatió recientemente en el encuentro «La voz cristiana en las Elecciones Europeas» (The Christian Voice at the European Election), que tuvo lugar en la famosa Chapel for Europe/Chapel of the Resurrection (Capilla para Europa/Capilla de la Resurrección) coordinada por los Jesuitas y que está situada en el corazón del Barrio Europeo de Bruselas. Una antigua iglesia reconvertida en templo ecuménico y multicultural, cuya misión está centrada en promover valores éticos, solidarios y de bien común inspirados por el Evangelio y que es lugar de oración y celebración litúrgica, pero también centro de reflexión e intercambio sobre Europa y sus instituciones. https://chapelforeurope.eu/

El debate, evento pionero en Bruselas, fue organizado por la Capilla para Europa, el Centro Social Europeo Jesuita (JESC- Jesuit European Social Centre), la Red de ONG católicas para el Desarrollo -CIDSE y la Comisión de las Conferencias de Obispos Católicos de la UE (COMECE- Commission of the Bishops’ Conferences of the EU) y en él participaron, un total de ocho organizaciones cristianas de justicia social, todas con sede en Bruselas. Además de las tres responsables del evento, allí estuvieron el Servicio Jesuita para los Refugiados (JRS-Jesuit Refugee Service), la Red África Fe y Justicia (Africa Faith and Justice Network), Caritas Europa, la Conferencia de las Iglesias Europeas (Conference of European Churches), los Jóvenes Cristianos Trabajadores (Young Christian Workers). Todas ellas mantuvieron un extenso diálogo con dos miembros del Parlamento Europeo: Klaus Buchner de los Verdes y Andreas Schwab del Partido Popular Europeo. Más allá de las diferencias entre partidos, se hizo evidente que la voz de los cristianos es muy relevante en los desafíos sociales y políticos más urgentes. Entre esos temas más candentes, el desempleo juvenil, las relaciones comerciales justas con África, la inclusión social y la crisis de refugiados pasando por el cambio climático y la necesidad de un cambio sistémico.

Klaus Buchner se preguntó cómo podemos dormir tranquilos frente a tantas catástrofes humanas, concluyendo: «Tenemos que cambiar nuestra economía». Para ello llamó a la acción inmediata. Entre sus propuestas concretas destacaron la de acabar con la producción masiva de carne y la especulación alimentaria.

Para Andreas Schwab, un gran desafío es mantener a Europa unida y ante la cuestión de que necesitamos cambiar el sistema pues la crisis que vivimos es sistémica y global planteó que los políticos «no deberían iniciar problemas que la población aún no tiene», pero sí admitió que se deben tener en cuenta los derechos e intereses de las generaciones futuras, tal y como plantea el papa Francisco en su encíclica Laudato sí’, citada varias veces durante el debate.

La red CIDSE fue una de las organizaciones promotoras del debate, y Chiara Martinelli, Asesora Ejecutiva y responsable del trabajo que desarrolla la red en cuestiones de Clima, Agricultura y Energía, fue la responsable de moderar el debate organizándolo en grandes bloques. Pero además estuvo presente su Secretaria General, Josianne Gauthier, para quien estas elecciones están sacando a la luz cuestiones esenciales de tolerancia, convivencia pacífica, solidaridad y prosperidad que nos hacen plantearnos cambios en nuestros modos y estilos de vida y plantearnos seriamente a nivel individual y colectivo «¿cuánto necesitamos? ¿cuánto podemos compartir?», además de dejar, cada vez más claro, que el sistema debe cambiar.

Para finalizar, Martin Maier de JESC subrayó muy acertadamente que «cuando las voces cristianas se alzan de manera conjunta y ecuménica se escuchan mejor y se tienen más en cuenta». Y no eludió mencionar que «si somos fieles al Evangelio, la voz cristiana tiene que hablar a favor de los que no tienen voz, que son los pobres, los refugiados, los marginados».

No cabe duda de que lo que sucede en Europa es muy importante para España, pero también muy relevante para el resto de continentes y parece claro que los valores cristianos están siempre presentes. Actualmente, las cuestiones sobre cambio climático, la igualdad y la justicia social, la migración y el comercio, son las cuestiones que están más en juego. Y el resto del mundo nos mira: ¿haremos algo al respecto? El próximo 26 de mayo lo veremos.