Con Cristo como modelo - Alfa y Omega

Recién licenciado en Historia, allá por el año 2006, el joven Jorge García Ocón se había hecho a la idea de opositar al Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado en busca de una vida segura y tranquila. Pero en su camino se cruzaron el entonces director del colegio Nuestra Señora del Recuerdo de Madrid y actual provincial de la Compañía de Jesús, el padre Antonio España, SJ, y el también jesuita Manuel Revuelta, SJ. Como era antiguo alumno de la Compañía y le gustaban la historia de la Iglesia y la historia de la educación, ¿por qué no hacía una tesis doctoral sobre el colegio de la Inmaculada y San Pedro Claver, más conocido como Areneros?

Con la vastísima información a la que tuvo acceso y las numerosas entrevistas que fue concertando, decidió centrarse en el periodo comprendido entre el final de la Guerra Civil, cuando el colegio reanudó su actividad tras la expropiación de la II República, y 1959, momento en el que la comunidad educativa se trasladó al Recuerdo en Chamartín. En su estudio, que ahora edita sintetizado Mensajero con el título La misión educativa en el colegio de Areneros, redescubre una pedagogía que, siguiendo el «camino marcado por san Ignacio en los ejercicios espirituales», hacía a los alumnos crecer «en virtud» teniendo «como modelo a Cristo».

Tras los tutelares muros de Areneros, que se erigía donde hoy está la Universidad Pontificia Comillas, los estudiantes recibían clases de Religión, con especial atención al Catecismo pero también con un creciente interés por la formación social, y se volcaban en celebraciones como el mes de mayo o el Domund. Este «espíritu cristiano» se extendía por el papel de la Congregación Mariana, auténtica «joya de la corona de la formación espiritual». Además, como era tradición en los colegios de jesuitas, había un alto nivel académico, con «desafíos, concertaciones, lecturas públicas de notas, o entregas de premios», al tiempo que se dedicaban tiempo y esfuerzo al teatro y al visionado de películas, a los idiomas o al deporte.

Los centros educativos de la Compañía de Jesús, entre ellos el propio colegio Nuestra Señora del Recuerdo, mantienen hoy esta apuesta por la formación de personas muy solventes intelectualmente y que, con la mirada puesta en Cristo, se acercan a las periferias geográficas y existenciales. Se trata de «en todo amar y servir». Un reto en la España de posguerra y un reto también en la España de 2019. AMDG.

La misión educativa en el colegio de Areneros
Autor:

Jorge García Ocón

Editorial:

Mensajero