Representantes de Guaidó se reúnen con el secretario de Estado del Vaticano - Alfa y Omega

Representantes de Guaidó se reúnen con el secretario de Estado del Vaticano

Stalin González, segundo vicepresidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, visitó con su equipo al cardenal Pietro Parolin para tratar sobre «la urgencia de acelerar la distribución de la ayuda humanitaria»

María Martínez López
Foto: EFE/Miguel Gutiérrez

Después de que las dos rondas de contactos mantenidas en Oslo (Noruega) entre representantes del presidente encargado, Juan Guaidó, y del líder chavista Nicolás Maduro, se saldaran el miércoles sin ningún resultado, la delegación de Guaidó hizo escala en el Vaticano para reunirse con el secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin.

El encuentro se produjo el jueves y según un comunicado de la delegación, encabezada por el segundo vicepresidente de la Asamblea Nacional, Stalin González, se centró en «la urgencia de acelerar la distribución de la ayuda humanitaria en el país para atender las sufridas y graves necesidades del pueblo venezolano».

El encuentro se produjo precisamente en el mismo día en que el Banco Central de Venezuela, que en cuatro años no ha publicado cifras oficiales, reconociera que entre el segundo y el tercer trimestre de 2018 el Producto Interior Bruto del país cayó un 40,1 % respecto al mismo período de 2017.

Según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), la caída acumulada entre 2013 y 2018 está por encima del 50 %, a lo que se puede sumar una contracción de otro 25 % en 2019. Además, la inflación puede llegar al 10.000.000 %.

Agradecimiento a Parolin

«Desde la Comisión de la Ayuda Humanitaria impulsada por la Asamblea Nacional, se logró que diversos países del mundo se solidarizaran con Venezuela, mientras la respuesta del régimen ha sido bloquear la distribución oportuna y efectiva de la misma», denuncia el comunicado de González, que subraya que «el cardenal Pietro Parolin reiteró su preocupación por lo que ocurre en Venezuela».

El secretario de Estado, buen conocedor del país por haber sido nuncio allí, ha hecho de la petición de mecanismos eficaces de ayuda a la población una prioridad. Ya en su carta de diciembre de 2016 citaba, como primera condición para que la Iglesia siguiera participando en la Mesa de Diálogo, que «se tomen las providencias necesarias para la implementación urgente de medidas destinadas a aliviar la grave crisis de abastecimiento de comida y medicinas».

«Agradecemos el apoyo del secretario de Estado del Vaticano, cardenal Parolin, en la necesidad de cumplir con la distribución de la #AyudaHumanitaria para combatir la crisis en Venezuela» añadió González en su cuenta oficial de Twitter.

La CEV denuncia la muerte de 30 presos

En la última semana, Venezuela ha ocupado un lugar importante en la agenda del cardenal Parolin. El jueves 23, en paralelo a los encuentros entre representantes del régimen y del presidente encargado en Oslo, el secretario de Estado se reunió en el Vaticano con el enviado especial de Donald Trump para Venezuela, Elliott Abrams, y con el cardenal de Caracas, Baltazar Porras, que había viajado al país para participar en la Asamblea General de Caritas Internationalis.

Mientras, la Iglesia en el país también intenta arrojar luz sobre la situación del país. La Comisión de Justicia y Paz hizo público, el miércoles 29, un comunicado en el que condena la muerte de 30 detenidos en las instalaciones de la Comandancia General de la Policía en Acarigua, en Estado Portuguesa.

«Es una situación que se repite a pesar de los reiterados llamados a las autoridades del Estado para que ejerza el control de los establecimientos penitenciarios y garantice íntegramente los derechos humanos de la población reclusa». De hecho, las muertes de Acarigua «se suman a masacres producidas en otros calabozos policiales años anteriores y que han quedado en absoluta impunidad».

«La custodia y el orden interno de los establecimientos penitenciarios —subraya el comunicado— no puede ser concedido o delegado por las autoridades estatales a particulares, específicamente a otras personas privadas de libertad que mediante la coacción y el ejercicio del terror mantengan un orden basado en la extorsión a los reclusos y sus familiares, en el ejercicio de la violencia y en diversos comercios ilícitos como el de estupefacientes, armas y otros».