Los jueces deliberan el recurso del cardenal Pell contra su condena por abuso de menores - Alfa y Omega

Los jueces deliberan el recurso del cardenal Pell contra su condena por abuso de menores

Es probable que lo gane, pero deberá afrontar otros juicios posteriores

Juan Vicente Boo
Foto: EFE/Erik Anderson

Los tres magistrados del Tribunal de Apelación del estado de Victoria en Melbourne, se retiraron el jueves a deliberar después de dos días de vista oral en el recurso del cardenal australiano George Pell a su condena a seis años de prisión por abuso sexual de dos niños del coro de la catedral de 13 años cuando era arzobispo de la ciudad en 1996.

En su comparecencia, el cardenal de 77 años, encarcelado en régimen de aislamiento desde el pasado mes de febrero, vestía esta vez de clergyman, tenía mejor aspecto que durante el juicio y caminaba sin la ayuda del bastón. Pell fue durante cinco años secretario de Economía del Vaticano y formó parte del grupo de nueve cardenales consejeros del Papa, reducido actualmente a seis.

Durante la audiencia del miércoles, la defensa pidió la anulación de la condena a seis años de cárcel argumentando que el jurado que le declaró por unanimidad culpable el pasado mes de diciembre no podía haberlo hecho «más allá de toda duda razonable».

Objetó también que no se les hubiese permitido mostrar al jurado un vídeo de animación digital sobre movimientos de personas en la catedral, así como un defecto de forma en el proceso.

A su vez, durante la audiencia del jueves, el fiscal insistió en que el veredicto de culpable tenía suficiente base y en que el denunciante –uno de los dos niños de coro, cuya identidad está protegida por la ley australiana– fue un testigo serio y convincente. El otro falleció de adulto, aparentemente por sobredosis de droga, sin haber presentado denuncia ni, que se sepa, haber relatado abusos.

La mayor parte de las víctimas de abusos sexuales de menores no son capaces de hablar de ellos a nadie hasta pasados los cincuenta años de edad, y muy pocos los denuncian ante la prensa o los tribunales.

Los denunciantes son a veces testigos inestables precisamente porque el trauma suele traer consigo otras patologías y desequilibrios de conducta. En juicios de este tipo, la opinión que se forma el público depende del conocimiento de la dinámica de este tipo de delitos.

En la abrumadora mayoría de los casos de abusos sexuales de menores no hay testigos del delito, por lo que el proceso cuenta solo con las declaraciones del denunciante y el acusado. El testimonio del denunciante fue escuchado solo por el jurado, por motivos de privacidad. A su vez, el cardenal Pell se acogió a la posibilidad legal de no responder a interrogatorios.

Los tres jueces que se han retirado a deliberar pueden decidir por unanimidad o por una simple mayoría de dos a uno. Su decisión puede tardar varias semanas.

En medios jurídicos se considera muy probable que acepten el recurso, lo cual supondría la puesta en libertad inmediata del cardenal si consideran que el veredicto fue inválido, o bien ordenar un nuevo juicio si aceptan las objeciones menores. Pell fue declarado culpable de cinco delitos de abuso de menores: uno de penetración sexual oral y cuatro de actos indecentes con un menor, cometidos en conjunto contra los dos niños.

En cualquier caso, tanto la defensa como el fiscal pueden recurrir al Tribunal Supremo.

A raíz de la sentencia del pasado mes de febrero, el portavoz del Vaticano manifestó que «después de la condena en primer grado del cardenal Pell, la Congregación para la Doctrina de la Fe se ocupará ahora del caso según los modos y los plazos establecidos por las normas canónicas».

Añadió que el Papa «ha confirmado las medidas de precaución impuestas por el ordinario del lugar al regreso del cardenal Pell a Australia», consistentes en «la prohibición del ejercicio público del ministerio y, como indican las normas, cualquier contacto con menores de edad».

Al mismo tiempo, el Vaticano ha reiterado que el cardenal tiene derecho a presentar los recursos que considere oportunos ante los tribunales australianos y que se debe respetar la presunción de inocencia.

En una línea paralela, el juicio interno en el Vaticano en la Congregación para la Doctrina de la Fe seguirá adelante con independencia de lo que suceda en el juicio civil.

A lo largo de las últimas dos décadas, Pell ha sido objeto de denuncias formales de seis presuntas víctimas por presuntos abusos cometidos entre 1961 y 1987, cuando eran menores de edad. En algunos casos no llegó a haber juicio y en otros no hubo condena.

Juan Vicente Boo / ABC