Raad Salam: «Es un placer hablar con Jesús en su lengua natal» - Alfa y Omega

Raad Salam: «Es un placer hablar con Jesús en su lengua natal»

Raad Salam, católico caldeo de origen iraquí, acaba de presentar en la sede de Ayuda a la Iglesia Necesitada su libro Los primeros cristianos. Los cristianos orientales. «Los cristianos en Oriente hoy sobreviven a un verdadero genocidio en territorios de mayoría musulmana», denuncia

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Foto: CEU

¿Qué has querido reflejar en tu libro?
Este libro es el resultado de muchas horas de estudios, investigaciones, vivencias personales, oraciones, sudor y lágrimas. Este libro es un encuentro entre el pasado y el presente, para plantear el futuro de los cristianos orientales de hoy que sobreviven un verdadero genocidio en territorios de mayoría musulmana. Ser cristiano católico caldeo, practicante, miembro de la junta directiva de la Unión Caldea Mundial, ofrecer este libro, es un gran privilegio y, al mismo tiempo, es una enorme responsabilidad, porque tarde o temprano debo de rendir cuentas y dar la cara a mi gente, a mi comunidad. He querido dar a conocer la verdad sobre mis orígenes, mis raíces y el verdadero genocidio que hemos sufrido y están sufriendo los cristianos orientales.

¿Cuál es la situación de los cristianos allí hoy día?
El derecho a la libertad religiosa está normalizado por la ONU desde el año 1948 en los artículos 2 y 18 de su Constitución. Todos los países y estados miembros de la ONU, entre ellos los países árabes musulmanes, tienen la obligación de firmar este decreto y aplicarlo. Sin embargo, ¿hay libertad religiosa en los países de mayoría árabe musulmana? Mi respuesta es clara: no.

Las minorías cristianas –coptos en Egipto, asirios y caldeos en Irak, melquitas y siriacos en Siria, maronitas y armenios en Líbano– afrontan una serie continuada de desdichas, miserias e injusticias. Son blanco de ataques y discriminación, y son relegados al estatus de ciudadanos de segunda clase en sus lugares de origen. Estas circunstancias se han acentuado por las agravadas situaciones de conflicto e inestabilidad en Oriente Medio, la cuna del cristianismo. Desesperados, sin hogar ni patria, y con el parco auxilio de la comunidad internacional, huyen en masa de la violencia y la guerra.

Excepto en ámbitos restringidos de la opinión pública, los organismos multilaterales y los medios de comunicación no conceden suficiente atención al drama humano que es la persecución y el genocidio cristiano en los países de mayoría musulmana. El mundo no debe abandonar a las comunidades cristianas del Oriente Medio y Próximo que viven en peligro máximo de desaparición. Por desgracia, no solo en Semana Santa viven el calvario de la vía dolorosa.

¿Qué podemos hacer los cristianos occidentales ante todo esto?
El mundo no puede hacer la vista gorda ante la tragedia de todo un pueblo que huye de sus casas, llevándose consigo solo la ropa que tiene puesta. Los verdaderos cristianos, seguidores de Jesucristo en todo el mundo, debemos de continuar su ejemplo, dar testimonio, ser ejemplares, modelos a seguir, valientes en defender y proteger a nuestros hermanos, resistir las injusticias, la pobreza, la tiranía, el odio, el egoísmo, apelar a los derechos humanos y la libertad, cuando y donde sea, sin miedo, sin pensar en el futuro, en los prejuicios, en lo personal y económico.

¿Cómo es la fe de estos cristianos, y en qué nos pueden enriquecer?
En el transcurso de la historia los cristianos han luchado por la libertad y por la verdad. Se han promulgado leyes y se han ofrendado vidas por el derecho de manifestar públicamente las ideas y la fe cristiana. La historia está llena de relatos acerca de héroes que lucharon por el derecho de expresar públicamente su opinión, lo que, en muchos casos, les acarreó la persecución violenta o les llevó a la muerte. Durante 20 siglos de la historia del cristianismo, millones de fieles cristianos han muerto como mártires, validando la verdad. En estas primeras décadas del siglo XXI, centenares de miles de cristianos, nuestros hermanos, en los países de mayoría musulmana, están sufriendo la persecución y el genocidio, amparando su fe y la verdad cristiana con valor. Los verdaderos cristianos debemos de examinarnos para determinar si vivimos de conformidad con la ley de Cristo, o si solo optamos por lo que nos interesa. No nos dejamos llevar por el constante temblor de las ideas populares y la cobardía, sino que nos agarramos firmemente proclamando la verdad. Hoy en día, los cristianos orientales nos están enseñado a vivir acuerdo con las palabras de Jesús: «Surgirán muchos falsos profetas y engañarán a muchos. Seréis odiados y os matarán a causa de mi nombre. Pero el que aguante hasta el fin, ese se salvará».

¿Cómo se siente uno al rezar en arameo, la misma lengua del Señor?
Los cristianos caldeos de Mesopotamia tenemos el privilegio de hablar la lengua natal de Jesús, el arameo. Como cristiano católico caldeo devoto y practicante a mucha honra, intento aplicar la palabras de Jesús: «Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará». Claro que sí, para mí es un gran placer y una enorme satisfacción rezar y hablar con Nuestro Señor Jesucristo en su lengua natal, todos los días. Sobre todo, mis oraciones son verdaderas y de todo corazón.