Profanada una iglesia católica en Cuba - Alfa y Omega

Profanada una iglesia católica en Cuba

La Parroquia Cruz de Mayo en Camajuaní, en la provincia de Villa Clara fue profanada hace una semana

Colaborador
Foto: Instituto Patmos

La Parroquia Cruz de Mayo del barrio de la Quinta de Camajuaní, municipio sito en la provincia de Villa Clara, fue objeto de un sacrilegio perpetrado en la noche de sábado 8 al domingo 9 de junio, día de Pentecostés. Según señala a Alfa y Omega el pastor bautista Mario Félix Lleonart, directivo del Instituto Patmos, centrado en la defensa de la libertad religiosa, «fueron robados el campanario de bronce, el vino de la sacristía, el cáliz y la totalidad de los copones de plata, una sotana que apareció hecha trizas como para que fuese vista a propósito fuera del lugar». Según Lleonart, «de momento se desconoce el autor material del sacrilegio, pero ocurre en un contexto en el que fechorías como estas se estimulan y ocurren cada vez más seguidos desde el régimen y en contra de activistas y organizaciones de la sociedad civil cubana en general». «Enemigos de la Iglesia estimulados desde el régimen desde los inicios de la Revolución pululan por todo el territorio nacional», recalca.

Tampoco cree que la elección de Camajuaní haya sido por casualidad, pues «este municipio ha sido tradicionalmente famoso por violaciones a libertades religiosas, baste recordar que este municipio es precisamente el municipio en el cual el Instituto Patmos fue fundado en 2013, y de hecho la familia que hoy coordina este Instituto, que no vive muy distante del lugar de los hechos se encuentra totalmente «regulada» [impedida de salir de Cuba] y son ellos el coordinador en el centro de Cuba del Instituto Leonardo Rodríguez Alonso; su esposa Matilde González Albernas y su hija Dalila Rodríguez González. Pero en realidad un hecho como este no extrañaría en cualquier otro lugar de Cuba, y esta realidad resulta la más triste».

Asimismo, el pastor bautista tampoco descarta que la pastoral crítica publicada hace un año por la Conferencia de Obispos de Cuba sobre la nueva Constitución castrista sea ajena a los destrozos y robos causados: «Llaman la atención detalles contrarios al catolicismo cubano que no se pueden pasar por alto, como la suspensión el pasado mes de mayo de una conferencia que debía impartir en la Diócesis de Santa Clara el seglar Dagoberto Valdés». El régimen, cínicamente, alegó la posibilidad de «actos provocativos».

J. M. B. E.