Las víctimas de trata, un poco menos invisibles - Alfa y Omega

Las víctimas de trata, un poco menos invisibles

Proyecto Esperanza lanza el rediseño de su página web, con motivo de la celebración de su 20 aniversario. La renovación quiere facilitar la labor de comunicación, sensibilización e incidencia de la entidad, y cuenta testimonios en primera persona como el de Chantall, una joven nigeriana que huyó de las manos de su tía, quien quería casarla con un hombre mayor. En su desesperación, cayó en manos de una mafia que la trajo a Europa. La pegaron y la violaron en el viaje hasta España, tuvo que esconderse un mes en un bosque y ya en Madrid fue obligada a prostituirse en un polígono industrial para pagar su deuda

Redacción

Proyecto Esperanza, de las religiosas adoratrices, cumple este año su 20 aniversario en la lucha contra la trata de personas, motivo por el que ha lanzado la renovación de su web, www.proyectoesperanza.org, con el objetivo de llegar a usuarios especializados en el fenómeno de la trata, a personas interesadas sin conocimientos previos, y al público en general. La nueva web cuenta con secciones como Ellas, un espacio donde se recoge la voz de las supervivientes.

Como la historia de Chantall, que nació en el estado de Edo en el sur de Nigeria. Tras quedarse huérfana de padre y madre, se quedó a cargo de su tía, con la que tenía muy mala relación. Su tía la trataba muy mal y quería casarla con un hombre mayor que tenía mucho dinero. Al negarse a contraer matrimonio con ese hombre, su tía la agredió físicamente en varias ocasiones y la presionaba constantemente para que cediera y se casara con él.

La joven consiguió huir a casa de una amiga y esta le recomendó que huyera al extranjero, ya que su tía conocía donde vivía y había muchas posibilidades de que la encontrara. A través de un amigo, conoció a varios hombres que le prometieron ayuda y le dijeron que en Europa tendría una vida mejor. Le organizaron el viaje y, antes de partir, realizaron un rito vudú con el que se comprometía a pagarles la deuda contraída por el viaje a Europa.

Realizó con ellos el viaje desde Nigeria a Marruecos, y durante ese viaje Chantall sufrió violencia tanto física como sexual. Desde Marruecos, tras pasar un mes escondida con más personas en un bosque, la trasladaron hasta España en una embarcación.

A su llegada España, la llevaron a Madrid y allí, bajo el control y presión de los hombres que la habían traído, solicitó protección internacional en la Oficina de Asilo y Refugio, contando la historia que la red le indicó. Chantall fue obligada a ejercer la prostitución en un polígono industrial para saldar la deuda que le exigían. La Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos de la Policía Nacional inició una investigación. Avisaron al equipo de Detección-Identificación del Proyecto Esperanza para participar en el proceso de identificación formal de Chantal como presunta víctima de trata de seres humanos. El proyecto de las religiosas adoratrices acompañó a Chantall en la entrevista de identificación que realiza la policía y fue identificada formalmente como víctima de trata.

Desde el Proyecto Esperanza «pudimos informarle de sus derechos y opciones y ofrecerle apoyo integral: la casa de acogida y los servicios de orientación y apoyo especializados. Chantall aceptó la ayuda que le ofrecimos, ingresando en la casa de acogida y comenzando su proceso de recuperación», asegura la institución en su estrenada web.

La web cuenta con otros espacios, como Historia, que recoge una recopilación de los hitos de la trayectoria del proyecto desde 1999, año en el que comenzó el trabajo. También hay un espacio de formación y otro con material fotográfico. Ana Almarza, directora de Proyecto Esperanza, afirma que «nuestro compromiso contra la trata y la experiencia de estos 20 años de trabajo nos ha movilizado para actualizar y mejorar nuestros canales y herramientas de comunicación. El relanzamiento de la web responde a una decisión de fortalecer tanto el área de sensibilización y comunicación, como la captación de fondos y la relación con el sector privado».

Esta entidad especializada ha ofrecido apoyo integral a más de 1084 mujeres víctimas de trata de 73 nacionalidades diferentes en 20 años. Desde el año 1999, desarrolla un programa de atención integral, que comprende un acompañamiento educativo individualizado, apoyado en servicios residenciales (casas de acogida que atienden a la mujer por fases según su itinerario de recuperación) y servicios especializados (jurídicos, atención social, laboral y psicológico).