Omella invita en la Diada a «crecer en el amor y en el respeto» - Alfa y Omega

Omella invita en la Diada a «crecer en el amor y en el respeto»

Ante la celebración de la Diada el próximo miércoles, el cardenal Omella, arzobispo de Barcelona recuerda que es «una fiesta que nos hermana a los unos con los otros», una invitación «a crecer en el amor y en el respeto, aceptando las diferencias»

Redacción
Foto: REUTERS/Jon Nazca

El cardenal Omella, arzobispo de Barcelona, recuerda a los fieles en su carta pastoral con motivo de la Diada que es «una fiesta que nos hermana a los unos con los otros, a los próximos con los lejanos, ya que todos compartimos un destino común, lo que hace que nos sintamos hermanos». La celebración, que tendrá lugar este miércoles, «es una invitación a descubrir todas aquellas cosas que compartimos y que nos unen. Sí, es una invitación a crecer en el amor y en el respeto, aceptando las diferencias», asevera el purpurado. Es «una llamada a la fraternidad. Hoy este ideal cristiano está más vivo y es más necesario que nunca. Jesucristo nos anunció que todos somos hijos de un mismo Padre, que nos ama locamente».

«Somos hijos de un mismo Padre», recuerda el cardenal. Y, por tanto, «como decía San Pablo, ya no hay más romanos ni judíos, ni libres, ni esclavos. Todos somos iguales ante el mismo Padre». De hecho, añade, «solo una auténtica fraternidad, que parte de reconocer que todos somos hermanos, justifica que todas las personas sean iguales y libres con independencia de sus creencias, manera de pensar, lugar de nacimiento… Si creemos que todos somos hijos de un mismo Padre, entonces todos seremos hermanos y, por lo tanto, todos estaremos sujetos a los mismos derechos, obligaciones y libertades».

Omella afirma a que «es necesario que todos pongamos de nuestra parte para hacerlo posible». En particular, hace «un llamamiento a los medios de comunicación, a todas las personas que tenéis la noble tarea de comunicar. Os necesitamos, hoy más que nunca. Necesitamos que difundáis todo lo positivo que ocurre en nuestra sociedad, todo lo que nos edifica y que nos hace mejores personas, todo lo que nos une».

Para concluir, recalca que «no se trata únicamente de ser capaces de comprendernos o ser capaces de trabajar desde una libertad individual o colectiva, sino que se trata de ser capaces de aportar un valor añadido, porque la hermandad, si no se vive desde la estimación, es otra cosa: hablamos de hermanos, no de compañeros de camino».