Un Papa misionero - Alfa y Omega

Un Papa misionero

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Foto: CNS

Con su próximo viaje a Japón, el Papa cumplirá de forma poética en noviembre un sueño de juventud, al visitar por fin el país al que intentó sin éxito que sus superiores le enviaran como misionero. Previamente, hará una escala en Tailandia, el país de mayoría budista que vio morir a Thomas Merton, sucesor de algún modo del diálogo iniciado siglos atrás por los jesuitas con las culturas asiáticas. Francisco acaba de regresar de África y está a punto de encerrarse durante tres semanas en un Sínodo que abordará nuevas formas de presencia de la Iglesia en la Amazonía, una experiencia que servirá de base para otras propuestas encaminadas a traducir el Evangelio a las diversas culturas, en el espíritu del Concilio Vaticano II. Todo ello es una clara muestra de que, para el Papa, la misión es la máxima prioridad hoy para la Iglesia, su razón de ser. Y de que esa misión, si quiere tener incidencia real, exige entrar en diálogo con el otro, abrirse a su visión del mundo y hacer el esfuerzo de buscar puntos de coincidencia, no en un ejercicio de sincretismo, sino de abrirse juntos a la escucha del Espíritu.