Cardenal Maradiaga: «Cáritas tiene que seguir siendo la voz de los excluidos» - Alfa y Omega

Cardenal Maradiaga: «Cáritas tiene que seguir siendo la voz de los excluidos»

El presidente de Caritas Internationalis, el cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga, ha presidido el VIII Congreso Hispano Latinoamericano y del Caribe de Teología de la Caridad, celebrado el pasado fin de semana en El Escorial (Madrid). La beatificación este mes de monseñor Óscar Romero ha estado muy presente en las sesiones de trabajo

Cáritas

Con grandes tareas y desafíos ha culminado el VIII Congreso Hispano Latinoamericano y del Caribe de Teología de la Caridad celebrado en El Escorial, Madrid, los días 8 y 9 de mayo. Más de 150 participantes procedentes de uno y otro lado del Atlántico se dieron cita este fin de semana en la Casa de Espiritualidad San José bajo el lema Llamados a evangelizar en lo social y desde lo social: Una Cáritas en salida.

Tras dos días de intenso trabajo de reflexión en torno a la exhortación apostólica Evangelii Gaudium de Francisco, uno de los grandes compromisos con los que se van los representantes de las 21 Cáritas nacionales y las 22 diocesanas que participaron en las sesiones es a seguir el llamamiento del Papa de ser una Cáritas en salida, que va a las periferias y que trabaja por y con los más pobres y excluidos.

Memoria de monseñor Romero

La inauguración del congreso, el viernes 8 de mayo, se inició con una oración en memoria de monseñor Óscar Arnulfo Romero, obispo de San Salvador, quien será beatificado por el Papa Francisco el próximo 23 de mayo. El presidente de la Cáritas Salvadoreña, monseñor Gregorio Rozas, señaló que «Romero es un santo que nos pone en crisis, murió por la defensa de los derechos humanos, por su opción por los pobres, es un hombre de Dios, hombre de iglesia y servidor de los pobres».

Por su parte, el presidente de Caritas Internationalis, el cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga, remarcó la importancia de profundizar sobre cuál es la misión de Cáritas. «La Confederación ha hecho un camino, el cual muchas veces ha sido difícil. En nuestro encuentro con Cristo —recordó el cardenal— se explica nuestra peregrinación como Cáritas. Los retos son muchísimos: este año tenemos más refugiados que en cualquier otra época de la historia, incluso la II Guerra Mundial, un niño muere de hambre cada 12 segundos, el mismo tiempo que tarda en venderse un auto en China. Debemos ir mucho más allá, trabajar dónde más se nos necesita, en las periferias, en los márgenes». «Tenemos que seguir siendo la voz de los excluidos, no podemos aceptar que haya pobreza y hambre en un mundo donde hay para todos, pero que es reflejo del sistema económico imperante que genera grandes desigualdades», añadió.

«En un encuentro que sostuvimos con el Papa —prosiguió el purpurado hondureño— nos señaló que Cáritas es la caricia de la Iglesia a su pueblo, de la madre Iglesia que da vida, que alimenta, que está llena de ternura y paciencia, que busca al hijo que está lejos, una Cáritas en salida, que va a la periferia». «Debemos dedicarnos a promover la dignidad de los que están excluidos. El Papa nos está mostrando personalmente la Iglesia que debemos ser y construir», manifestó Maradiaga, quien agregó: «Tenemos un recurso humano gigante donde la solidaridad se impone. Como miembros de Cáritas, estamos respondiendo a la llamada de la misericordia al servicio de aquellos que más nos necesitan, no debemos dejar que esto se nos robe. Hay que hacer un esfuerzo creciente en la lucha diaria al servicio de la caridad. Como Cáritas debemos seguir adelante con una fuerza nueva».

El presidente de Caritas Internationalis finalizó su saludo a los participantes en el congreso mostrando su esperanza en que este encuentro sirva para llegar a la Asamblea General de Caritas Internationalis, que comienza en Roma esta misma semana, como apóstoles decididos a dar la cara para que Cáritas siga creciendo.

En su saludo a los participantes, Rafael del Río, presidente de Cáritas Española, afirmó que «esta reunión se convierte en un espacio de reflexión conjunta del que todos salimos beneficiados. Cáritas Española tiene una vocación que nos impulsa a cooperar con todos nuestros hermanos. En los últimos años, nuestra cooperación está influyendo mucho más en proyectos relacionados con el fortalecimiento de diversas Cáritas. Estamos preparando un nuevo equipo para atender proyectos que nos soliciten».

«El Papa en Evangelli Gaudium nos pide a los que trabajamos al servicio de los pobres que lo hagamos con espiritualidad y fervor evangélico, que creamos en lo que estamos haciendo, que nos inspiremos en el amor de Dios para proyectarlo a los pobres. Los que trabajamos en la Iglesia donde la caridad es una característica fundamental debemos hacer un trabajo con cometido humano, los laicos debemos estar atentos a las recomendaciones de nuestros Pastores, así como ellos tienen la obligación de formar, animar e iluminar esta labor», puntualizó el presidente.

Por último, monseñor José Luis Azuaje, obispo venezolano de Barinas y presidente de Cáritas América Latina y el Caribe, cerró la sesión inaugural del congreso —a la que asistieron también el obispo responsable de Cáritas en la CEPS, monseñor Atilano Rodríguez y el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, José María Gil Tamayo—, poniendo en acento en la importancia de este encuentro «como antesala a la Asamblea de Roma». «Nuestra Región —explicó— tiene varios retos, como testimoniar el amor de Dios en el servicio a los pobres como opción preferencial de nuestro quehacer. Aparecida nos ha puesto un gran reto, sobre la renovación de nuestras pastoral sociales, hacerlas más orgánicas, servidoras, para dar un mejor servicio. Vivimos un cambio de época y grandes cambios sociales a nivel mundial que nos interpelan en nuestra labor». «La beatificación de monseñor Romero —concluyó— nos inspira a seguir testimoniando la justicia y caridad que brota desde nosotros en toda América Latina y el Caribe».

Revisando la Evangelii Gaudium

En el primer día de congreso, la reflexión se centró en la exhortación Evangelii Gaudium. Desde ese texto inspirador, se ofreció una mirada a los avances y comprensión del lugar de la caridad en la evangelización.

Monseñor Azuaje dio su visión desde la aportación del CELAM al Sínodo de 2012 hasta Evangelii Gaudium. «Hay un aire nuevo en la Iglesia —afirmó— que brota del Espíritu Santo, esto ha generado un optimismo evangelizador, la gente ha vuelto a escuchar». El otro aspecto de este aire fresco es el Papa Francisco, quien, en opinión del prelado venezolano, nos ha traído una propuesta de renovación de hacer una Iglesia pobre para los pobres. Esto implica hacer una Iglesia samaritana, misericordiosa, abierta a todos. En América Latina hablamos siempre de la comunidad donde nuestra misión es promover un estilo de vida donde los valores del evangelio estén presentes permanentemente. Nuestra gran tarea es la promoción de lo humano en la vivencia de la caridad en medio de nuestros pueblos.

Para el obispo de Barinas, «debemos ser una iglesia abierta al mundo, una comunidad que se deja interpelar por la palabra de Dios, que se expone, que resignifica la vida. Vivimos esto en el marco de la misión pastoral en una dinámica multicultural». «La EG destaca la relación entre evangelización, dimensión social, pobres y alegría, como el anuncio y la caridad. Actitud de salida y encuentro hacia el otro en caridad», señaló.

El delegado episcopal de Cáritas Española, Vicente Altaba, desde la aportación de Caritas Internationalis al Sínodo de 2012 hasta Evangelii Gaudium, dijo que «soplan nuevos vientos y las velas de la Iglesia se han abierto para seguir estos nuevos rumbos. No se puede considerar la caridad como un mero instrumento de la evangelización, sino que es el amor misericordioso de Dios», subrayó.

En otro de los paneles de reflexión se analizó la dimensión comunitaria y social del kerigma en Evangelii Gaudium, un aspecto que fue presentado por monseñor Leopoldo González, presidente de Cáritas Mexicana. Como explicó, «el kerigma nos exige salir del templo, ir hacia fuera, superando la pastoral tradicional. Los destinatarios son un mundo nuevo donde están los no creyentes, los no bautizados, las tribus urbanas, en un contexto de pobreza, tanto en las comunidades rurales, campesinas, indígenas, como urbanas. El kerigma se caracteriza por ser testimonio de vida, apertura al diálogo, presencia solidaria y caridad cristiana», señaló.

El último panel estuvo a cargo de Sebastián Mora, secretario general de Cáritas Española quien lanzó una mirada a la dinámica de las Cáritas Parroquiales y las aportaciones y desafíos para la evangelización desde Evangelii Gaudium.

Talleres

Dentro del trabajo desarrollado durante el viernes 8 y el sábado 9 de mayo, se realizaron tres talleres donde los grupos revisaron grandes cuestiones interpeladoras. Uno de ellos fue «El reto de escuchar el clamor de los pobres», en el cual se plantearon acciones a seguir en un mundo que vive profundos cambios sociales y culturales, donde uno de los desafíos es ver y escuchar los clamores invisibilizados de aquellos que nadie ha visto, que permanecen en silencio y que son por lo que debemos realizar nuestra labor.

Como constataron los participantes en ese módulo de reflexión, escuchar el clamor de los pobres es clave para el quehacer de las Cáritas, es una experiencia que se hace desde el compromiso, la empatía, la apertura a otros. En el reto de escuchar hay un ejercicio profundo de conversión. Para escuchar es necesario estar cerca de los pobres, ir a terreno compartir con las comunidades. En ese sentido, en este taller se señaló que «nos encontramos frente al reto de observar cómo estamos mirando, de cómo es nuestra escucha para poder enfrentar nuestra realidad y, desde allí, trabajar».

Otro de los temas abordados fue «El reto de una caridad más profética, liberadora y testimonial». En ese grupo, la principal conclusión fue la necesidad de ser la voz del pueblo, luchar por la dignidad, ser profetas de esperanza y hacer camino junto a los pobres. Ser trabajadores y pastores «con olor a oveja», tal como lo ha dicho el Papa.

Finalmente, otro de los talleres centró su trabajo en la puesta en común de experiencias de itinerarios formativos en el ejercicio de la caridad, en América Latina y España.

Espacio de comunión, alegría, libertad y esperanza

En la sesión de clausura del congreso, Vicente Altaba expresó su agradecimiento por el encuentro, al que se refirió como «una ocasión privilegiada para poder encontrarnos en un espacio de comunión, alegría, libertad y esperanza, donde hemos estado acompañados por el Espíritu. Por ello nos despedimos muy contentos y agradecidos».

Por su parte, monseñor Alfonso Milán, obispo emérito de Barbastro-Monzón y miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, afirmó que «este es un encuentro de hermanos desde la fe y en nombre de Dios, quien nos ha hablado a través de las ponencias y las diversas conversaciones que aquí se han dado. Nos vamos enriquecidos porque el Espíritu Santo ha estado soplando para que continuemos nuestra evangelización como Cáritas en salida, para que compartamos lo aprendido».

Asimismo, para monseñor Azuaje «este ha sido un encuentro de gran solidaridad, en el cual nos vamos fortalecidos y enriquecidos. Estamos llamados a seguir abiertos a los caminos y kerygmas de nuestra Iglesia, en la diversidad que vivimos y en la que trabajamos. Todo esto sustentado en el Amor, que es una característica de las Cáritas».

Tras dos días de encuentro, los participantes del congreso se despidieron con la tarea y el compromiso de seguir su labor por la dignidad de los más pobres y excluidos, haciendo camino junto a las comunidades, acompañando de manera afectiva y efectiva a los que más nos necesitan y por los que hemos sido llamados a trabajar.

Cáritas Española