El desalojo de los sin hogar en Madrid, «una decisión extrema y radical» - Alfa y Omega

El desalojo de los sin hogar en Madrid, «una decisión extrema y radical»

El desalojo forzoso en los últimos días de las acampadas del Movimiento Sin Hogar en Madrid ha vuelto a poner de manifiesto la descoordinación y la falta de diálogo de las administraciones públicas ante el problema social de la falta de vivienda

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Foto: Maya Balanya

Han sido dos desalojos en tres días, por los que más de 150 personas del Movimiento Sin Hogar acampadas durante casi seis meses en el madrileño Paseo del Prado han tenido que abandonar su protesta de manera forzosa.

El portavoz del Movimiento, Miguel Carrera, afirmaba el viernes a los medios de comunicación que «el desalojo de nuestra propuesta es flagrantemente ilegal. Se han vulnerado varios derechos constitucionales, comenzando por nuestro derecho a una manifestación pacífica y sin armas. Intentar desmantelar nuestra acampada porque al alcalde no le gusta es quebrantar nuestros derechos constitucionales», y anunciaba demandas judiciales contra el Ayuntamiento y el Ministerio del Interior por este motivo.

Para Rosalía Portela, presidenta de FACIAM y subdirectora del Servicio Diocesano de Vivienda de Cáritas Madrid, «todas las reivindicaciones de este movimiento las puede refrendar cualquier persona y entidad inmersa en la realidad del sinhogarismo», es decir, «que nadie por su situación tenga que llegar a la calle, que haya alternativas habitacionales para que no tenga que dormir al raso, que los albergues sean solo para estancias breves y no supongan un modo de vivir permanente, que todas las personas sin hogar estén protegidas, que puedan acceder a una acogida estable para que la calle no sea su único horizonte… Todos estos son planteamientos clave que compartimos todos, pero otra cosa son los modos en las interlocuciones con las administraciones», señala.

Portela valora «muy positivamente» la capacidad de reivindicación de estas personas ,«que son sujetos activos y sufrientes del sinhogarismo», y comparte «en esencia» todas las demandas del Movimiento Sin Hogar, «pero el sinhogarismo no se soluciona con reivindicaciones en momentos concretos». Es necesario «ir a las causas y a las raíces del problema», como por ejemplo «la permanente dificultad de acceder al mercado de alquiler social, la ausencia de una política social de vivienda que dé respuesta a las necesidades habitacionales», entre otras. Son estas carencias las que le llevan a denunciar que «hay una gran debilidad en las políticas sociales y una ausencia de coordinación entre las administraciones local, autonómica y estatal».

Concretamente, sobre la acampada del Movimiento Sin Hogar, la presidenta de FACIAM valora su «capacidad de organizarse y de visibilizar su drama». Se han reunido con ellos en varias ocasiones «pero no conectamos en los modos de interlocución con la Administración. Es necesario que haya más cercanía y deseo de consenso con las administraciones. No es un tema fácil, porque la solución no está en simplemente más albergues o más plazas, pero tampoco es bueno radicalizarse».

Portela tiene claro que el medio es «el trabajo en red» y que es imprescindible «la colaboración pública», y también que los primeros responsables «no somos las entidades sociales, sino las administraciones». Y sobre la manera en que se produjo el desalojo –en la madrugada del jueves al viernes–, opina que «todos los desalojos forzosos no son gratos, pero la hora en que se produjo indica cierta planificación. No nos parece que sean las medidas a las que hay que llegar. Hay que agotar el diálogo y la negociación. El Ayuntamiento se ha personado en la acampada en estos meses, pero las conversaciones no han dado resultado, y al final se ha tomado una decisión extrema y radical».

Por su parte, el vicario de Pastoral Social de Madrid, José Luis Segovia, remite en este asunto a la iniciativa legislativa para evitar desahucios de personas vulnerables sin ofrecer alternativa habitacional, y a la necesidad de reclamar la promoción pública de vivienda y alquiler social. En su opinión, el Día de las personas sin hogar –que se celebrará el 24 de octubre– y el Informe FOESSA Madrid –que el cardenal Osoro presentará el 22 de octubre– «serán una nueva oportunidad para poner sobre el tapete el derecho a una vivienda digna y adecuada como la más urgente prioridad».