La fiesta, tiempo para la comunidad - Alfa y Omega

La fiesta, tiempo para la comunidad

Redacción

Ir a Misa no es algo puramente personal, aunque haya quien ni responda en la liturgia ni se gire para dar la paz a quienes se sientan en el mismo banco de la iglesia. La Eucaristía está abierta a todos para hacer de la comunidad una familia de familias. La Iglesia local y la parroquia son la presencia del Evangelio en el corazón de la sociedad, entre las casas de la gente, ayudando a las familias a evitar la tentación de encerrarse en sí mismas y caer en un fin de semana dedicado al consumo. El domingo, la familia se convierte en misionera y está llamada a evangelizar de un modo propio e insustituible: en su seno, en sus ambientes vecinales, entre sus amigos, en la comunidad eclesial… Dedicar tiempo a la caridad y a la comunidad es el camino eficaz para la liberación del hombre de la servidumbre del trabajo. Nuestra familia, ¿se relaciona con las demás familias de nuestra parroquia y de nuestro entorno? ¿Cuáles son los gestos de servicio y caridad que vivimos en casa durante la semana?

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