«El Papa, sin ser amazónico, logró sentir a la Amazonía» - Alfa y Omega

«El Papa, sin ser amazónico, logró sentir a la Amazonía»

Indígena ecuatoriana, activista y auditora en el Sínodo de los Obispos sobre la Amazonía, Patricia Gualinga, habló con Alfa y Omega sobre los encuentros con el Sumo Pontífice: «Es una persona muy clara, muy sencilla, que sin ser amazónico logró sentir a la Amazonía, y que a pesar de estar en un lugar tan alto, ha tenido una enorme sensibilidad y humildad. Ni siquiera personas que han vivido cerca de nosotros tienen esa claridad»

Lucas Schaerer
Foto: Mariano Germán García

«Para nosotros es una experiencia nueva, hemos aprendido muchísimo de esta forma de consulta del Santo Padre para aportar las ideas que, como pueblos indígenas, tenemos sobre todo en la defensa de la naturaleza», asegura Patricia Gualinga, del pueblo indígena quichua de Saracayola. La activista anticipa que han logrado incluir «puntos importantes en el documento» y cree que el rol de la mujer ha sido «poner de relieve el cuidado de la naturaleza, de la casa común. Hemos dicho las cosas de manera directa».

En relación a las las propuestas del instrumento de trabajo para el Sínodo, tras dos años de elaboración y la consulta directa a más de 65.000 personas de la Amazonía, Gualinga fue clara al señalar que no buscan un financiamiento, ni una estructura determinada. «La Amazonía no tiene mucho tiempo porque estamos en una crisis climática global terrible que va a afectar de forma particular a los pueblos indígenas. Pero no hemos hablado de recursos, hemos venido a pedir una alianza porque la Iglesia católica tiene una presencia muy fuerte con feligreses». «La Iglesia ha abierto sus brazos a la relación con los pueblos indígenas y la naturaleza, entonces nos encontramos con una iglesia que camina, que transforma, que avanza en el plan de Dios».

A lo largo de estas semanas, Gualinga sintió que el Santo Padre «es una persona muy clara, muy sencilla, que sin ser amazónico logró sentir a la Amazonía, y que a pesar de estar en un lugar tan alto, ha tenido una enorme sensibilidad y humildad. Ni siquiera personas que han vivido cerca de nosotros tienen esa claridad».

Patricia Gualinga llegó a Roma ocho días más tarde de la convocatoria al Sínodo, a causa de los conflictos en Ecuador, donde los pueblos indígenas y los movimientos populares iniciaron una rebelión contra el presidente Lenin Moreno. «Cuando llegué, el Santo Padre se acercó y me brindó una cálida bienvenida; me dio que estaba pendiente de la crisis de Ecuador y así fue, lo puso en sus oraciones, en el Ángelus y en el rezo antes de la asamblea».