El Papa aplaude que las parroquias de Apulia empadronen a jornaleros indocumentados - Alfa y Omega

El Papa aplaude que las parroquias de Apulia empadronen a jornaleros indocumentados

«La posibilidad de tener documentos de identidad y de residencia dará una nueva dignidad» a 6.000 africanos que recogen tomates, aceitunas y uvas, ha celebrado el Santo Padre este domingo durante el rezo del Ángelus

Juan Vicente Boo

El Papa Francisco ha felicitado este domingo al Ayuntamiento y la diócesis de San Severo en la región de Apulia, situada geográficamente sobre el tacón de la «bota italiana», por haber firmado un acuerdo que permite domiciliar en algunas parroquias rurales a los braceros africanos sin casa que recogen los tomates, aceitunas y uvas durante el verano.

Durante el encuentro para el rezo del Ángelus con decenas de miles de peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro, el Papa ha explicado que este acuerdo, sin precedentes en Italia, «permitirá a los braceros de los llamados “ghettos de la Capitanata” en la zona de Foggia, obtener su domicilio en la sede de la parroquia y poder ser inscritos en el censo del ayuntamiento».

Según Francisco, «la posibilidad de tener documentos de identidad y de residencia les dará una nueva dignidad y les permitirá salir de una situación de irregularidad y explotación». El acuerdo ha sido propiciado en parte por el cardenal limosnero del Papa, Konrad Krajewski, quien visitó a los inmigrantes indocumentados en los «ghettos» el pasado mes de septiembre.

La ley que impide inscribir en el censo municipal a las personas sin domicilio fijo mantiene indocumentadas en La Capitanata a unos seis mil inmigrantes estacionales -en su mayoría de Nigeria, Togo, Ghana y Costa de Marfil, pero también algunos de Rumanía y Bulgaria-, que acuden cada verano a la cosecha del tomate, de la aceituna y la vendimia.

A medida que llegan se van instalando en granjas abandonadas, chabolas muy precarias y un antiguo aeropuerto en condiciones sanitarias desastrosas.

El alcalde de San Severo, Francesco Miglio, manifestó hace unos días que «estos flujos migratorios se gestionan dando dignidad humana a los inmigrantes y reconociéndoles los derechos básicos, empezando por la residencia». El alcalde reconoce que «hay siempre una parte de la población mal orientada en esto, pero la mayoría de los ciudadanos han acogido muy positivamente este acuerdo, que consideran una manifestación de civismo».