El Papa pide que, antes de tomar una decisión, «nos imaginemos ante Dios al final de los días» - Alfa y Omega

El Papa pide que, antes de tomar una decisión, «nos imaginemos ante Dios al final de los días»

Vivir en salida hacia Jesús, desde una mirada de piedad hacia los demás y planteándose cómo responderemos ante el Señor al final de los días, son las tres propuestas para vivir en clave de resurrección que el Papa Francisco ha sugerido en la Misa celebrada este lunes en sufragio por los cardenales y obispos fallecidos durante el año

Redacción
Foto: EFE/EPA/Ettore Ferrari

«No hemos nacido para la muerte sino para la resurrección». Pero, «¿cómo respondemos a esta llamada a la resurrección?» Con esta pregunta ha comenzado el Papa Francisco la homilía de la Misa que, como cada año preside, en la basílica de San Pedro en sufragio por los cardenales y obispos fallecidos a lo largo del año.

La primera propuesta del Papa ha sido «ir a Jesús, el Viviente, para vacunarse contra la muerte, contra el miedo de que todo se acabe». Y ha propuesto una serie de preguntas para que cada uno analice si cumple este requisito: ¿Vivo yendo al Señor o giro sobre mí mismo? ¿Cuál es la dirección de mi camino? ¿Trato de dar buena impresión, de salvaguardar mi papel, mis tiempos y mis espacios, o voy al Señor?

No se puede —ha subrayado el Papa— ser de Jesús y girar sobre uno mismo. «La vida es toda una salida, del vientre materno a la luz, de la infancia para entrar en la adolescencia, de la adolescencia a la vida adulta, hasta la salida de este mundo». Un camino siempre en salida que nos recuerda «la salida más importante y más difícil, que da sentido a todas las demás: la de nosotros mismos. Solo saliendo de nosotros mismos abrimos la puerta que lleva al Señor».

«¿Me dejo conmover?»

Refiriéndose a la primera lectura y al noble gesto realizado por Judas Macabeo en favor de los difuntos, Francisco ha propuesto una segunda reflexión: «La piedad hacia los demás abre de par en par las puertas de la eternidad». «¿Me dejo conmover —ha preguntado como consecuencia— por la situación de alguien que está en necesidad? ¿Sé llorar por quién sufre? ¿Rezo por aquellos en los que nadie piensa? ¿Ayudo a alguien que no tiene qué devolverme? No es buenismo, no es caridad trivial; son cuestiones de vida, cuestiones de resurrección».

Finalmente, el obispo de Roma ha hablado de «un tercer estímulo en vista de la resurrección», tomado de los ejercicios espirituales de san Ignacio de Loyola: antes de tomar una decisión importante, imaginarse ante Dios al final de los días.

«Cada elección de vida que se enfrenta en esa perspectiva está bien orientada, porque está más cerca de la resurrección, que es el significado y el propósito de la vida». Ocurre como con la siembra, que se planea en función de la cosecha. «Puede ser un ejercicio útil ver la realidad con los ojos del Señor y no solo con los nuestros; para tener una mirada proyectada al futuro, a la resurrección, y no solo al hoy que pasa».

Vatican News / Redacción