Los jabones de Charo - Alfa y Omega

Los jabones de Charo

Charo consiguió salir de la calle gracias a Cáritas. Este sábado participa en la Jornada Social Diocesana porque «así devuelvo tanto como he recibido»

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Charo prepara una bandeja de jabones. Foto: Cáritas Madrid

«Vivía en la calle, pero ellos me acogieron y estoy encantada de haberlos conocido. Hoy estoy aquí como si fuera mi casa»: la que habla es una mujer de mediana edad llamada Charo; ellos son los voluntarios y los profesionales de Cáritas Diocesana de Madrid; y aquí es Nuestra Señora de Valvanera, un centro de atención social a la reinserción de personas sin hogar con enfermedad mental grave, como Charo.

«Pero eso ya es el pasado», dice ella, que llegó a Valvanera «porque la vida es así», dice sin entrar en más detalles. «Un día me atendió el equipo del Samur Social porque estaba en la calle, pero eso lo tengo olvidado».

Lo ha dejado tan atrás que ahora puede dar a los demás lo que ella misma ha tenido ocasión de aprender. Un buen día se apuntó a un taller de elaboración de jabones artesanales y allí aprendió a usar la glicerina y los perfumes, y a dar forma a los materiales. Hoy es ella la que imparte este taller, y la próxima vez será este sábado, con ocasión de la Jornada Social Diocesana que se celebra en el Seminario Conciliar a partir de las 9:30 horas.

Para Javier Sánchez, responsable de Nuestra Señora de Valvanera, este tipo de iniciativas «es una forma de poder devolver lo que han recibido y de demostrar que son útiles y pueden enseñar cosas a la gente». Charo reconoce que «a mí estas ocasiones me sirven para darme a los demás. Cuando explico lo que sé me siento integrada con las personas que me escuchan y me siento muy realizada».

No se trata de la primera vez que hacen una experiencia como esta, pues es habitual que los usuarios del centro transmitan sus conocimientos en otros eventos destinados a niños o a un público más general. «Cuando nos presentamos, contamos que somos un recurso de Cáritas Madrid, pero no incidimos en el perfil de las personas que van a impartir el taller. De esta manera se normaliza más su situación, lo otro es algo más anecdótico», explica Javier.

En Nuestra Señora de Valvanera atienden a personas sin hogar con enfermedad mental en sus diferentes pasos hacia la plena autonomía, incluyendo pisos supervisados para una integración más independiente en la comunidad. Es el sueño de Charo: «ir ganando cada vez más independencia, hacer mi compra, mi comida…». De momento, convive con otras personas a los que llama «los compañeros de mi vida», y para los profesionales y voluntarios que ha conocido en el centro solo tiene buenas palabras: «La gente es muy amable y todos me ayudan en lo que pueden».

Algo bello y útil para los demás

En Madrid, la Jornada Social Diocesana se celebra en conexión con la Jornada Mundial de los Pobres que tuvo lugar el domingo pasado. Han sido días de charlas y encuentros que culminan el sábado con la ponencia del filósofo y teólogo Luis Aranguren, que hablará sobre los cristianos comprometidos con el mundo; un panel de experiencias de delegados diocesanos –Juventud; Laicos, Familia y Vida, y Movilidad Humana–, y con la ponencia final de Natalia Peiró, secretaria general de Cáritas Española. También habrá talleres, entre los que está, además del impartido por Charo, otro taller a cargo de un usuario del Centro de Tratamiento de Adicciones de Cáritas Diocesana de Madrid; un taller de Sant’Egidio sobre resolución de conflictos sin violencia u otro de música, donde se ensayarán cantos para la Eucaristía. Clausurará la Jornada el cardenal Osoro con la Misa en la catedral de la Almudena a las 19:00 horas.

Charo, modelo de una vida cambiada, atestigua que «de la calle se puede salir, yo soy un ejemplo». Hoy utiliza el aceite usado e inservible para elaborar jabones de colores y de diversos olores: su testimonio atestigua que no hay ninguna vida inútil y descartada, y que siempre es posible convertirse en algo bello y útil para los demás. Justo como los jabones que hace con sus manos.