Mal de muchos - Alfa y Omega

Acabo de recibir una llamada de un conocido informándome para que vaya a atender a un familiar que está muy grave. Sin demorarme, me encamino hacia la habitación; no hace falta mirar el número, pues en la puerta se congrega un grupo de familiares mucho más numeroso de lo habitual. Al entrar saludo a los conocidos y me acerco a la cama donde el enfermo yace inconsciente, rodeado por su mujer y sus hijos, que sujetan sus manos con tanta ternura y amor que no es fácil describirlo con palabras.

Aunque sé que mi amigo recibió el sacramento de la Unción de enfermos hace tres meses en una de sus habituales visitas al hospital, vuelvo a invitar a la familia a rezar conmigo para darle de nuevo este sacramento. Pero no sé si por la alta dosis emocional que estoy sintiendo, lo hago con las palabras menos indicadas, dirigiéndome a su esposa para aliviar la angustia. Se me ocurrió decir: «Esto ya lo esperábamos, era cuestión de tiempo que sucediera».

Su mujer, sin dejar que acabara la frase, me dijo: «Manolo, pero eso a mí no me consuela». Esa misma frase la utilizó su marido hace una semana, cuando fui a visitarlo a su casa. Y me contó su conversación con una visita, que le dijo cuando le contó que su muerte estaba cerca: «Bueno pero yo me puedo morir antes que tú, incluso al salir de tu casa». «¿Sabes lo que yo le contesté?», me dijo. «Que tú te puedas morir o no antes que yo no me consuela, ni me quita mis miedos y tristezas».

La mayoría de las veces creemos que la mejor manera de aliviar los sufrimientos de los demás es con nuestras palabras, aunque carezcan de rigor o de verdad y utilicemos mentiras o frases hechas como si fueran recetas mágicas de consuelo.

Entonces recordé un proverbio chino: «Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio, no lo digas».

Si de verdad quieres ser un buen consolador haz tuya esta frase de Beethoven: «Nunca rompas el silencio si no es para mejorarlo». Si vivimos esto, estaremos preparados para ser los mejores acompañantes de la enfermedad y del dolor.