Así va a utilizar Mensajeros de la Paz el dinero de MasterChef donado por Tamara Falcó - Alfa y Omega

Así va a utilizar Mensajeros de la Paz el dinero de MasterChef donado por Tamara Falcó

La celebrity donó 75.000 euros a la asociación fundada por el padre Ángel en 1962. «Vamos a utilizar el dinero de una manera muy especial», asegura el sacerdote

José Calderero de Aldecoa
Tamara Falcó con su premio. Foto: EFE/J. J. Guillen

Tamara Falcó es la flamante ganadora de la última edición de MasterChef Celebrity. La hija de Carlos Falcó e Isabel Preysler –entrevistada recientemente por Alfa y Omega– se alzó el miércoles con la victoria, por delante de Félix Gómez, y decidió que los 75.000 euros del premio fueran donados a Mensajeros de la Paz.

La asociación fundada por el padre Ángel en 1962 tiene previsto utilizar el dinero «de una manera especial», asegura el sacerdote en conversación con Alfa y Omega. En concreto, «una parte la destinaremos para cubrir las necesidades de las personas que no tienen techo, para los que no tienen hogar». Otra parte, «será para los hogares de las mujeres maltratadas, que en este momento tenemos tres pisos de estas características en España». Y «también lo compartiremos con otras instituciones que trabajan con las personas sintecho en Vallecas y en el pueblo de Fuencarral».

La donación fue una sorpresa para el padre Ángel, que ni siquiera sabía que el ganador del concurso culinario debía donar el premio a una causa benéfica. Sin embargo, no le extraña que la celebrity les eligiera a ellos. «Ha venido en alguna ocasión a dar clase a los chicos de alguno de nuestros hogares y siempre hemos tenido contacto, con ella y con sus padres, en los eventos que hemos organizado desde Mensajeros de la Paz», asegura el padre Ángel, cuya relación con la familia es tan estrecha que fue él quien casó a uno de sus miembros: Julio Iglesias.

El primer contacto de Falcó con el padre Ángel y Mensajeros de la Paz fue hace muchos años, cuando Tamara tan solo tenía 12 años. Entonces, «nos dio su primera hucha, que era un cerdito de barro, con todos sus ahorros para nuestros niños». Desde aquel momento, «ha sido una de nuestras colaboradoras», concluye el sacerdote.