«Queremos empezar un gran proyecto a largo plazo» de educación y vivienda - Alfa y Omega

«Queremos empezar un gran proyecto a largo plazo» de educación y vivienda

Además de continuar la ayuda de emergencia en Nepal, «tenemos que pensar en hacer algo más a largo plazo». Los salesianos «queremos empezar un gran proyecto» encaminado sobre todo a la escolarización y la vivienda, y lo van a hacer sobre todo «desde dentro de la Iglesia. La corrupción es muy alta, y si trabajamos con el Gobierno no podemos garantizar que el 100 % de la ayuda llegue a la gente». Lo ha explicado en Madrid el padre Vincent Mondal, responsable salesiano de la coordinación de la ayuda de emergencia en el país asiático

María Martínez López

El balance de los terremotos que asolan Nepal desde el 25 de abril es, por el momento, de casi 8.600 muertos y más de 20.000 heridos, además de ocho millones de personas afectadas. Los salesianos, junto con otras entidades de la Iglesia, están trabajando para llevar ayuda a las zonas remotas, ya que la mayoría de la ayuda oficial se está concentrando en las ciudades. Aprovechando fondos que ya tenían y la respuesta «muy generosa» de todo el mundo, «distribuimos comida, refugios, tiendas y elementos básicos». De hecho, ya han ayudado a 2.500 familias y han repartido más de 60 toneladas de alimentos. Así lo ha explicado en Madrid, este lunes, el padre Vincent Mondal, responsable salesiano de la coordinación de la ayuda de emergencia en el país asiático.

«También estamos llevando a la gente a los hospitales, y ofreciendo atención médica» en algunos centros de los salesianos, convertidos en hospitales de campaña. El padre Mondal ha visitado Madrid de camino a Roma, donde va a participar en un encuentro de coordinación como Administrador financiero de la Inspectoría de Calcuta. Ante los periodistas, ha explicado la situación de Nepal, donde ha trabajado durante 11 años. El terremoto del 12 de mayo y sus réplicas han vuelto a sembrar el terror y han hecho que la ayuda humanitaria vuelva al punto de partida y se pierdan varias semanas de trabajo.

Además de continuar con esta ayuda de emergencia –ha explicado el salesiano–, «ahora tenemos que pensar en hacer algo más a largo plazo». Quieren «empezar un gran proyecto» encaminado sobre todo a la escolarización y la vivienda en este país, el séptimo más pobre del mundo. Allí, ahora mismo el 45 % de la población no tiene un hogar porque los terremotos han derribado sus casas o aquéllas en las que vivían. En la cuestión de la educación, «queremos asegurarnos de que todos los niños vayan al colegio. No porque ahora no vayan, sino porque por la falta de medios algunos podrían abandonarlo si sus padres no pueden pagar. Queremos hacer un programa de dos o tres años para garantizar su escolarización».

En cuanto a la vivienda –ha continuado–, «vamos a lanzar un proyecto para construir casas a bajo coste pero con medidas anti-sísmicas en los terrenos de la gente cuyas casas se han derrumbado. Serán casas muy sencillas: un salón, una habitación y un cuarto de baño, para que puedan vivir en ellas unos años. En el caso de las personas que no tienen un terreno, vamos a pedir al Gobierno que nos ceda tierras para construir estas casas. Y, si no nos lo dan, haremos refugios temporales». Hasta ahora, gran parte de las personas que han perdido su hogar están viviendo en la calle.

Objetivo: evitar al Gobierno en todo lo posible

«Nos llevará uno o dos meses organizarnos y saber lo que queremos ofrecer», porque para llevarlo a cabo hace falta mucha financiación; sobre todo teniendo en cuenta que «Nepal depende en más del 90 % de la producción de bienes en la India y en China». Además, los salesianos son conscientes de que «no somos muy grandes, y tenemos que trabajar en red con otros organismos de la Iglesia, para asegurarnos que la ayuda se distribuya bien, que llegue a todas las zonas» y evitar que haya personas que se beneficien de ayuda de varias entidades mientras otras no reciben nada.

Sí tienen claro que la mejor forma que tienen de trabajar es «desde dentro de la Iglesia» y en colaboración con otras entidades, y «que la intervención del Gobierno sea mínima. La corrupción es muy alta, y si trabajamos con el Gobierno no podemos garantizar que el 100 % de la ayuda llegue a la gente, porque una buena parte de la ayuda iría a los bolsillos de los dirigentes y en vez de colaborar, sólo encontraríamos más obstáculos», ha explicado el padre Mondal.

De hecho, aunque el terremoto «no fue por sorpresa», porque hacía tiempo que se venía hablando de la posibilidad de un gran movimiento sísmico, el Gobierno «no estaba preparado, porque no es un Gobierno capaz. Está compuesto de muchos partidos políticos, no hay leyes adecuadas y el desarrollo de las infraestructuras está casi a cero… No había ningún mecanismo para hacer frente a una catástrofe como ésta». En cambio, en los colegios y escuelas profesionales que los salesianos tienen en Nepal «habíamos hablado de ello, habíamos hecho simulacros» y elaborado planes de emergencia, que han hecho posible que desde el primer día ofrecieran ayuda de forma eficaz.