«Poned fin a estas monstruosidades», llamamiento desde Alepo - Alfa y Omega

«Poned fin a estas monstruosidades», llamamiento desde Alepo

Según el arzobispo greco-católico melquita monseñor Jean-Clement Jeanbart, urge una intervención global por parte de Occidente para acabar con el conflicto en Siria e Irak

Ayuda a la Iglesia Necesitada

En un desgarrador llamamiento enviado a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, el arzobispo de la Iglesia greco-católica Melquita, monseñor Jean-Clement Jeanbart, describe cómo el Arzobispado de Alepo –que ya ha sido, en más de veinte ocasiones, blanco de proyectiles de mortero– ha vuelto a encontrarse bajo fuego. En su escrito, redactado un día después del último ataque, el arzobispo señala que nadie ha resultado herido en el último bombardeo. En las intervenciones militares de los últimos dos años, cinco de las doce iglesias melquitas de la ciudad han resultado dañadas.

«El Estado Islámico, que ya ha matado a miles de personas en la región, está aterrorizando a los creyentes de Alepo. Tras los ataques contra Malula, Mosul, Idlib y Palmira, ¿a qué espera Occidente para intervenir? ¿A qué esperan las grandes naciones para poner fin a estas monstruosidades? Espero que todos los que creen en Dios y todos los que sienten compasión con los inocentes eleven su voz con nosotros y exhorten a los países civilizados a actuar para restablecer la paz».

Alepo ha sido el escenario de algunas de las batallas más intensas del conflicto que se desató tras la Primavera Árabe de 2011, al enfrentarse las fuerzas leales al presidente sirio, Bashar Al-Assad, con los grupos rebeldes en la lucha por la supremacía en el país. En el transcurso de este conflicto, muchas ciudades han sido reducidas a escombros. En las últimas semanas, la violencia ha ido en aumento; según se afirma, el Gobierno ha intensificado sus bombardeos en Alepo como respuesta a las ofensivas de los rebeldes.

Innumerables personas de todos los grupos religiosos están huyendo de la región. El obispo caldeo, monseñor Antoine Audo, informó el mes pasado de que el número de cristianos ha disminuido de 250.000 a menos de 100.000 en Alepo. En su mensaje, el Arzobispo Jeanbart escribe: «Permitidme que llore por mi pueblo, que está siendo violado y asesinado […]. Permitidme que asista a las numerosas familias de Alepo que están de luto. En esta guerra horrible y salvaje, han perdido a tantos seres queridos: padres, madres, hermanos, hermanas y queridísimos hijos». Monseñor Jeanbart hace hincapié en el trauma ocasionado a las personas que en el conflicto han perdido sus casas y su forma de ganarse el sustento: «La inseguridad los está desmoralizando, deprimiéndolos, y su miedo y tristeza crecen de día en día». Y añade: «No me tomen a mal mi amargura: he tenido que consolar a tantos padres mortificados por la necesidad que priva a sus hijos de los más necesario para poder crecer en dignidad y con salud».

El arzobispo Jeanbart ya alertó hace un mes, con ocasión de un viaje a Estados Unidos, de que su Iglesia corre riesgo de desaparecer, y rogó a los cristianos y no cristianos de Occidente que los ayudaran urgentemente.

La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, anfitriona de monseñor Jeanbart en Estados Unidos, destina de forma continua ayuda de emergencia a cristianos y miembros de otros grupos religiosos en Siria, Irak, Líbano y otros países de Oriente Próximo, además de seguir promoviendo sus prioridades pastorales en apoyo de la Iglesia. Ha destinado desde finales de 2011 más de 12 millones de euros a las Iglesias siria e iraquí.