Francisco reivindica el método Scout - Alfa y Omega

Francisco reivindica el método Scout

RV

Setenta y cinco mil jóvenes invadieron pacífica y alegremente la Plaza de San Pedro el segundo sábado de junio para encontrarse con el Papa. Se trata de los chicos y chicas de la Asociación de Guías y Scouts Católicos Italianos, conocidos por su sigla como AGESCI.

Con un afectuoso: «¡queridos amigos de la AGESCI, buenos días!», el Santo Padre los recibió y les agradeció por ser tantos, y de todas las regiones de Italia, los que formaron una festiva presencia en la Plaza más famosa de la cristiandad.

Tras saludar al responsable de los Scout y a la responsable Guía, junto al Asistente Eclesiástico General, sin olvidar a los chicos y chicas, con sus distintos grupos de pertenencia, a los responsables de sus comunidades y a los sacerdotes asistentes, Francisco les recordó: «Ustedes son una parte preciosa de la Iglesia en Italia. ¡Quizá los más pequeños entre ustedes no se dan cuenta del todo, pero los más grandes espero que sí!».

Porque como les dijo el Papa, de modo particular, ellos ofrecen una contribución importante a las familias por su misión educativa hacia los chicos, los muchachos y los jóvenes. De ahí que los padres se los encomiendan porque están convencidos de la bondad y sabiduría del método Scout, basado en los grandes valores humanos, en el contacto con la naturaleza, en la religiosidad y la fe en Dios; un método –afirmó Francisco– que educa a la libertad en la responsabilidad. De ahí que haya exclamado que «esta confianza de las familias no debe ser decepcionada». Además, el Papa les pidió que «se sientan siempre parte de la gran comunidad cristiana».

Recordando que en agosto del año pasado el Papa los llamó por teléfono cuanto estaban reunidos en San Rossore, donde a partir de ese momento realizaron una gran ruta nacional, y escribieron la llamada Carta del coraje, Francisco les dijo que esa Carta expresa sus convicciones y aspiraciones, que contiene además un fuerte pedido de educación y de escucha dirigido a sus comunidades, a las parroquias y a la Iglesia en su conjunto. Y añadió que se trata de un pedido que implica también el ámbito de la espiritualidad y de la fe, que son fundamentales para el crecimiento equilibrado y completo de la persona humana.

Francisco citó una frase del discurso pronunciado en una conferencia de Comisarios Scouts, de 1926, en que se recuerda que cuando en una ocasión alguien preguntó a su fundador, Lord Baden Powell, «qué tenía que ver la religión con el escautismo», él respondió que «la religión no tiene necesidad de tener que ver, ¡porque ya está dentro! No existe un lado religioso del movimiento Scout; su conjunto está basado en la religión, es decir en la toma de conciencia de Dios y de su Servicio a Él».

Francisco también les dijo que en el panorama de las Asociaciones de Scouts a nivel mundial, la AGESCI se encuentra entre las que más invierten en el campo de la espiritualidad y de la educación en la fe, si bien aún hay tanto trabajo por delante, para que todas sus comunidades comprendan su importancia y consecuencias.

El Papa Bergoglio les dijo que Asociaciones católicas como la suya son una riqueza de la Iglesia que el Espíritu Santo suscita para evangelizar todos los ambientes y sectores. Por esta razón les recordó que están llamados a encontrar el modo de integrarse en la pastoral de la Iglesia particular, estableciendo relaciones de estima y colaboración en todos los niveles con sus obispos, párrocos, sacerdotes, educadores y miembros de las demás Asociaciones eclesiales presentes en la Parroquia y en el mismo territorio, por lo que les pidió que no se contenten con una presencia decorativa los domingos o en las grandes circunstancias.

Por último, el Papa Francisco agradeció a todos los integrantes de los Scouts, Pioneros, Caminantes, Rovers, Castores, Ardillas y Lobatos, así como a los responsables y sus comunidades y a los sacerdotes asistentes, diciéndoles que los acompaña con su oración. «Pero también les pido a ustedes que recen por mí. ¡Buen camino a todos ustedes!».