Formas de morir en el mundo... y en España - Alfa y Omega

Formas de morir en el mundo... y en España

La manipulación del lenguaje y la ambigüedad de los términos hace difícil, en ocasiones, saber cuándo una muerte se ha producido de forma natural y cuándo ha sido provocada. Así se muere –y se mata– en distintos lugares del mundo

Redacción
Kit para el suicidio distribuido por el doctor Philip Nitschke, de la organización pro-eutanasia Exit International

Eutanasia: Es la acción u omisión que busca provocar la muerte de un enfermo avanzado o terminal a petición suya. Es legal en Holanda (en cinco años se han duplicado las muertes, incluyendo casos de demencia, enfermedad mental y simple envejecimiento), Bélgica (donde hay eutanasia infantil), y Luxemburgo. El Tribunal Constitucional de Colombia la despenalizó en 1997.

Suicidio asistido: Ocurre cuando el personal sanitario facilita a un enfermo medicamentos que éste consume para provocarse la muerte. Es legal en Suiza (donde una clínica especializada, Dignitas, atiende también a extranjeros), Japón, y los estados de Washington, Oregón, Vermont, Nuevo México, Montana y próximamente California, de EE. UU. El Tribunal Supremo de Canadá ha exigido al Gobierno del país que lo legalice antes de febrero de 2016.

Prácticas eutanásicas: Hay prácticas médicas que según el caso pueden ser lícitas o una forma de eutanasia. El doctor Rafael del Río, experto en Bioética y Presidente del Comité de Ética asistencial del grupo HM Hospitales, afirma que «en ocasiones lo que parece una sedación paliativa bien aplicada es en verdad una eutanasia encubierta». Paradójicamente, el último caso así en España, el del doctor Luis Montes, desencadenó una campaña… pro-eutanasia. También es problemática la retirada de nutrición e hidratación: es lícita en los últimos días de un paciente terminal, pero eutanásica en otros casos. La ley francesa vigente y las leyes autonómicas de muerte digna de Andalucía, Aragón, Baleares y Canarias –la de Navarra no– pueden interpretarse (y se ha hecho) para retirar estos cuidados básicos a pacientes no terminales.

Encarnizamiento terapéutico: También es una mala práctica, que consiste en aplicar a un paciente avanzado o terminal pruebas, medidas o tratamientos que causan más daño que beneficio, o que alargan innecesariamente la vida de un agonizante. Aunque al debatir sobre eutanasia se cita mucho, «el contexto médico hoy es poco propicio al enseñamiento» por el interés en recortar gastos, afirma el doctor Del Río.

Muerte digna: La atención adecuada al final de la vida implica aliviar (control de síntomas como dolor o dificultades respiratorias, incluyendo una sedación proporcional aunque como efecto no deseado pueda acortar la vida) y aplicar cuidados básicos (alimentación, hidratación, higiene…). Es lícito retirar un tratamiento si se mantienen estos cuidados. Unos cuidados paliativos adecuados exigen una atención integral (física, psicológica, social y espiritual).