El Consejo de Europa debatirá sobre los supervivientes del aborto - Alfa y Omega

El Consejo de Europa debatirá sobre los supervivientes del aborto

Promovida por el Centro Europeo para la Ley y la Justicia y otras organizaciones, pide a la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa que «todos los seres humanos nacidos vivos tengan el mismo derecho a la vida», garantizado por el Convenio Europeo de Derechos Humanos

José María Ballester Esquivias

Reunida desde este lunes hasta el viernes en su sesión de primavera, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE) debatirá, mañana y el jueves, una petición sobre los niños del aborto promovida por el Centro Europeo para la Ley y la Justicia (ECLJ en sus siglas), la Oficina Internacional Católica de la Infancia y la Federación de Asociaciones Católicas en Europa.

De entrada, el texto, al que ha tenido acceso www.alfayomega.es, señala que se hace todo para salvar la vida de un niño nacido prematuramente, «y si no es posible, recibe toda la atención y cuidados necesarios hasta que fallece». Entre otras cosas porque así figura en la Convención Internacional para los Derechos del Niño: «Los Estados (…) garantizarán en la mayor medida posible la supervivencia y el desarrollo del niño». Por su parte, la PACE aprobó en 2009 una resolución que obliga a los hospitales a proporcionar cuidados paliativos a los neonatos.

Los promotores de la petición quieren extender esta protección a los bebés que sobreviven a un aborto. Cuando se interrumpe un embarazo a partir de las 16 semanas, el método más utilizado es el de provocar el nacimiento. La mayor parte de las veces, el corazón del bebé se detiene durante las contracciones y nace muerto.

Sin embargo, sucede que algunos sobreviven al parto y el número de casos aumenta con el tiempo de gestación: si ocurre entre las 22 y 24 semanas, se practica un feticidio. Y puede ocurrir que la inyección no sea administrada durante la expulsión, lo que significa que el bebé solo ha nacido de forma parcial. Desgraciadamente, esta práctica está muy extendida por Europa, muy especialmente en los países que autorizan el aborto tardío por razones personales o médicas. Sin ir más lejos, en Noruega, entre 2001 y 2009, cinco bebés fueron abortados después del límite de 22 semanas.

Como advierten los promotores de la petición, el tabú que rodea a estos bebés facilita los abusos, «ya que no existe ningún control». Puede ocurrir que los bebés sean abandonados sin ningún tipo de atenciones, puestos de lado en una habitación o en un espacio reducido donde luchan por respirar, a veces heridos antes de morir solos. «Todos los bebés nacidos», prosigue la petición, «siendo personas humanas, son asunto de Derechos Humanos y, por lo tanto, han de gozar de protección jurídica; cuestionar este principio es cuestionar la esencia misma de los derechos humanos». De ahí que sea urgente, «señalar la existencia de prácticas inhumanas para sancionarlas públicamente».

Por todo eso, los promotores piden que a la Pace que actúe en tres direcciones: la primera; investigando y realizando un informe sobre la situación de los niños nacidos vivos después de ser abortados; la segunda, asegurar que todos los seres humanos nacidos vivos estén amparados por el artículo 2 de la Convención Europea de Derechos Humanos, que protege el derecho a la vida; en tercer lugar, recomienda a los Estados miembros que consideren el umbral de viabilidad de los fetos humanos en su legislaciones nacionales sobre aborto.