El Seminario cambia de rector, pero no de rumbo - Alfa y Omega

El Seminario cambia de rector, pero no de rumbo

Tras 28 años, el Seminario cambia de rector. Asume el cargo Jesús Vidal Chamorro. El arzobispo, monseñor Osoro, quiere continuidad, misericordia, comunión y misión

José Calderero de Aldecoa
Don Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, felicita a Jesús Vidal tras tomar posesión de su nuevo cargo. Foto: José Calderero

Con dos Misas, una de despedida y otra de toma de posesión, el Seminario Conciliar de La Inmaculada y San Dámaso de Madrid ha cambiado de rector, que no de rumbo. «Se trata, siempre, de ayudaros y de dar continuidad a una labor que don Andrés [anterior rector], ha realizado con éxito durante tantos años: la de formar a los sacerdotes, entre ellos al nuevo rector», les dijo don Carlos Osoro a los seminaristas durante la Misa en la que el nuevo rector, Jesús Vidal Chamorro —hasta el lunes delegado de Juventud—, asumía su cargo.

Después de 28 años, Andrés García de la Cuerda deja de ser el rector del Seminario para pasar a servir a la Iglesia de Madrid desde la Vicaría del Clero. Después de una vida sacerdotal dedicada casi exclusivamente al Seminario, De la Cuerda reconoce que se siente un privilegiado por haber sido «testigo y acompañante de tantas vocaciones sacerdotales», a las que, en conversación con Alfa y Omega, define «como un verdadero milagro del Señor».

«El arzobispo está muy contento y valora mucho el trabajo realizado por el anterior rector» por ello, don Carlos «me pidió continuidad», asegura su sucesor a este semanario. En este sentido, una de las iniciativas que el nuevo rector quiere mantener es la de las 24 horas de oración por los sacerdotes, en torno a la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. Es «una actividad preciosa y así quiero que lo siga siendo», afirma. Preparar sacerdotes para «la comunión y la misión de la Iglesia» son otros dos de los cometidos que el prelado madrileño le ha pedido también al nuevo rector. «Una misión que no cambia, pero que se actualiza en su lenguaje, en sus métodos, en su ardor», añade Vidal.

Jesús Vidal durante la toma de posesión. Foto: José Calderero

Ser agente de comunión

Don Carlos Osoro no sólo quiere que la comunión se viva en el Seminario, sino también entre los sacerdotes de la archidiócesis, por eso el nuevo vicario del Clero pretende «contribuir, según mis sencillas posibilidades, a que crezca la fraternidad entre todos. Quiero ser agente de comunión», cuenta don Andrés. También es una prioridad para el nuevo vicario «estar cerca y al servicio de todos los sacerdotes» y «favorecer que se compartan, entre todos, los medios con los que cuenta la archidiócesis».

Otra de las palabras que resonaron con fuerza durante la toma de posesión del nuevo rector fue «misericordia». Aludió a ella monseñor Osoro para recordar que «estamos en los meses previos al Año de la Misericordia» y que «uno puede vivir en esa dinámica o en la dinámica del juicio. Os invito a que hagamos todos juntos un Seminario que entre en la dinámica de la misericordia». También el propio Jesús Vidal pidió a todos los presentes, especialmente a los seminaristas, «ser transparentes a la misericordia de Dios». Vidal aprovechó, además, sus primeras palabras como rector para dar las gracias al arzobispo de Madrid «por la confianza» depositada en él, y para dar gracias al Señor, porque «cuando Dios pide algo que nos supera, es porque nos quiere dar un corazón más grande».

Formarse para formar a otros

Con las dos Misas, la de despedida y la de toma de posesión, se ha cerrado el curso en el Seminario. Ha llegado el verano para los aspirantes a sacerdote, no así para su nuevo rector, que antes de descansar unos días en agosto, quiere «tomar el pulso a su nuevo cargo» y «formarme para, a su vez, poder formar a otros».

La primera clase se la ha dado don Carlos, y ha tratado sobre el nombre del Seminario, de La Inmaculada y San Dámaso. «La Virgen nos enseñó a estar disponibles para el Señor. Haced hombres que digan aquí estoy Señor para hacer lo que quieras, sin condiciones», explicó el arzobispo durante la Misa de toma posesión. De «san Dámaso, un mártir, aprendemos que aquí se viene para dar la vida, y para no tener horas para uno, porque son para Dios y para los demás», dijo. «Y si lo hacemos así, tendremos que construir una capilla más grande para que entren todos», concluyó.