Dando vida a la tierra - Alfa y Omega

Dando vida a la tierra

José Calderero de Aldecoa
Huerta ecológica de Cáritas Canarias en la que trabajan Francisco Manuel y otras 14 familias más

Francisco Manuel era trabajador de la construcción. Ahora, con 46 años, es parado de larga duración. En los últimos 8 años sólo ha encontrado trabajo 6 meses. Pero, como él mismo explica, «a mí me vino todo lo malo junto». Un año antes de quedarse en paro, Francisco Manuel perdió a su mujer y se quedó viudo y padre soltero de una niña de tres años. Después perdió el empleo, y 6 meses más tarde murió su madre, que le echaba una mano con su hija. «Fue una mala racha», explica Francisco, que, a pesar de los palos que le ha dado la vida, afronta el futuro con optimismo.

Gran parte de su esperanza se la ha dado Cáritas Canarias, a donde no tuvo más remedio que acudir para poder llegar a fin de mes. Tiempo después de empezar a recibir ayuda de la organización caritativa de la Iglesia, recibió una llamada. «Me proponían entrar en el próximo proyecto de Cáritas: un huerto ecológico. Yo no sabía nada de agricultura ecológica, pero dije inmediatamente que sí, y tres días después, un lunes, estaba en la primera charla de formación», recuerda.

Huerta ecológica de Cáritas Canarias en la que trabajan Francisco Manuel y otras 14 familias más

Ahora es todo lo bueno lo que le ha venido junto. En el huerto ecológico, «tengo una parcela en la que cultivo calabazas, papas, lechugas, tomates, habichuelas, berenjenas, coles, remolachas… Y es todo para autoconsumo. Esto supone un gran desahogo para la economía familiar». Además, está cuidando su salud. «En el huerto, al ser ecológico, no utilizamos nada de química. Hacemos el compost con caña triturada y estiércol, lo mezclamos y después de 3 ó 4 meses fermentando, lo echamos en la tierra. Salen unas verduras excelentes. Se lo he dado a probar a mis vecinos y me piden más, de lo sanas y ricas que están». Por último, y no menos importante, «estamos dando vida a la tierra. Esta tierra antes estaba muerta y después de cogerla nosotros está llena de vida. Cogiendo papas, salen a la luz muchos gusanos y bichos que antes no estaban. Trabajando la tierra y con el compost le hemos devuelto la vida».

Respetuosa con todo el entorno

La parcela de Francisco forma parte del proyecto de huertos ecológicos de Cáritas Canarias. La iniciativa surgió «gracias a una donación privada de una señora que, al morir, nos dejó en herencia un terreno», asegura Noemí, capataz del proyecto. Cáritas limpió la finca, que se empezó a acondicionar en diciembre de 2013. Era una finca totalmente abandonada, «llena de basura, con un vallado medio derruido. Nosotros limpiamos toda la finca y construimos un estanque».

Huerta ecológica de Cáritas Canarias en la que trabajan Francisco Manuel y otras 14 familias más

Ahora Francisco Manuel y otras 14 familias se benefician de este proyecto que siempre estuvo orientado «para las familias necesitadas, para mejorar sus condiciones de vida, su empleabilidad a través de la formación en agricultura ecológica y trabajando su desarrollo integral», asegura.

«Cáritas, desde el principio, tiene claro que el objetivo del huerto ecológico era que la gente plante para comer, que aprenda la agricultura ecológica como una herramienta laboral y sostenible, y que mejoren sus hábitos de vida», explica Noemí. Además, «la agricultura ecológica es respetuosa con todo el entorno, con todos los seres vivos que hay en ella y alrededor de ella. Cáritas apuesta por la agricultura ecológica, por el desarrollo integral de las personas que integran el proyecto y por la salud del entorno», concluye la capataz.