Sacerdote irlandés Patrick Daly: «La inestabilidad no es buena para la familia europea» - Alfa y Omega

Sacerdote irlandés Patrick Daly: «La inestabilidad no es buena para la familia europea»

Grecia es «un miembro de nuestra familia europea», resalta el secretario general de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea (COMECE), el sacerdote irlandés Patrick Daly

María Martínez López

¿Cómo valoran desde la COMECE la evolución de la crisis de Grecia?
Nuestra única posición oficial es la preocupación inmediata por monseñor Sevastianos Rossolatos, arzobispo católico de Atenas, y el pueblo de Grecia. He estado en contacto con él, le he asegurado nuestra solidaridad y oraciones, y le he ofrecido toda la asistencia práctica que podamos darles.

El desarrollo de los acontecimientos realmente preocupa a la mayoría de los ciudadanos europeos. Creo que, con la encíclica del Papa Francisco en mente, nos preocupa un miembro de nuestra familia europea, un pueblo que ya está en desventaja y que en gran medida está pasando un período de gran incertidumbre sobre su futuro, y sufriendo unas privaciones considerables en el presente.

¿Cree que las decisiones que se han tomado han puesto la dignidad humana en el centro, como pidió el Papa hace unos días?
Creo que el compromiso fundamental del proyecto europeo es la dignidad de nuestros ciudadanos; es una preocupación central. Esto es verdad. Pero, obviamente, aquí estamos lidiando con estructuras e instrumentos financieros inmensamente complicados, con cómo se gestiona y gobierna nuestra economía. Y ahí la preocupación principal quizá ha sido mantener las estructuras ya existentes.

Es una situación muy compleja, que se desarrolla muy rápidamente, y en la que incluso los políticos no se ponen de acuerdo sobre qué hacer. Creo sinceramente que todos persiguen el bien común para Europa, y están intentando ir todo lo lejos que pueden para adaptarse a las necesidades específicas de todos los Estados miembros. Aunque, como en todas las cuestiones políticas, estén en un gran desacuerdo sobre los fines y los medios.

¿Tienen miedo de que el resultado del referéndum amenace una unidad europea que tanto costó conseguir?
No. Pero sí estamos frente a un grave desafío. Todos tenemos miedo a la inestabilidad, ya sea financiera, social o política. No es buena para ninguna familia, ni para una familia de naciones como Europa, que es tan grande y diversa, y donde las diferencias económicas son tan grandes. Todas las personas sensatas están nerviosas por la estabilidad de nuestro continente y de nuestro sistema financiero. Y, claramente, nadie de nosotros ve una ventaja en el malestar de otro.

¿Cree que todavía se puede mantener la esperanza?
Sí, creo que hay esperanza. Creo que todavía hay un enorme compromiso con el ideal de la Unión Europea. Creo que Grecia quiere desesperadamente permanecer dentro de la eurozona, creo que la mayoría de los Estados miembros quiere conservar a Grecia dentro de la eurozona. Nadie puede permitirse la inestabilidad financiera. Los daños colaterales son enormes y no benefician a nadie, ni siquiera a nuestros socios comerciales como Estados Unidos o China. Desde la COMECE creemos que los valores de la doctrina social católica son un factor positivo para llegar a la solución más humanitaria posible.