Los obispos de Tierra Santa piden líderes que no alimenten la violencia - Alfa y Omega

Los obispos de Tierra Santa piden líderes que no alimenten la violencia

Redacción

«Israelíes y palestinos necesitan ofrecer, juntos, una respuesta audaz y radical» para «sacudirse las actitudes negativas de mutua desconfianza y odio». Así lo señala en una nota la Comisión Justicia y Paz de la Asamblea de los Ordinarios Católicos de Tierra Santa, tras el incremento de las hostilidades provocado por el asesinato de tres adolescentes israelíes. Utilizar este suceso, afirman, «para infligir un castigo colectivo contra el pueblo palestino en su conjunto y su deseo legítimo de ser libres, es una instrumentación trágica de esa tragedia y sólo aumenta la violencia y el odio».

En el comunicado, recogido por la Agencia Fides, los obispos acusan a los políticos de «echar leña al fuego» y alimentar el conflicto en Tierra Santa, y llaman a su responsabilidad: «La resistencia contra la ocupación no se puede equiparar con el terrorismo», señalan. «La resistencia a la ocupación es un derecho legítimo; el terrorismo es parte del problema». De este modo, recalcan que la única forma de salir del ciclo de violencia «que ha ensangrentado la tierra de Jesús es liberarse de cualquier liderazgo que alimente el ciclo de violencia» y apoyar «a los líderes dispuestos a reconocer que Dios ha plantado aquí tres religiones: el judaísmo, el cristianismo y el islam, y dos pueblos: palestinos e israelíes».

El texto también hace un análisis de cada parte: «El lenguaje violento de quienes en Israel piden venganza es alimentado por las actitudes y expresiones de un liderazgo que continúa promoviendo un discurso discriminatorio, los derechos exclusivos de un grupo y la ocupación, con todas sus consecuencias desastrosas. Se construyen nuevos asentamientos, las tierras son confiscadas, las familias son separadas, los seres queridos son detenidos e incluso asesinados», afirman.

Por otro lado, el lenguaje violento de Palestina «es alimentado por las actitudes y expresiones de aquellos que han perdido toda esperanza de llegar a una solución justa al conflicto por medio de negociaciones». Una frustración que allana el camino para «aquellos que buscan construir una sociedad monolítica totalitaria, donde no haya lugar para ninguna diferencia o diversidad, y ganar apoyo popular mediante la explotación de esta condición de desesperación».

Cáritas Jerusalén condena la violencia

En una nota remitida a todas las Cáritas de la red internacional, Caritas Jerusalén condena «la violencia y el derramamiento de sangre contra víctimas inocentes, especialmente contra mujeres y niños», al tiempo que recuerda que «todo ser humano tiene el derecho a vivir en paz y sin temor». En el texto, la institución hace un llamamiento «a israelíes y palestinos para frenar este derramamiento inútil de sangre y esforzarse por la paz».

Recuerda, además, que «Gaza ya está en una situación muy dramática, provocada por un estado de sitio que dura ya 12 años y por haber sufrido tres guerras en ocho años, que se traduce en constantes cortes de energía y agua potable, y una elevada tasa de desempleo». Esta guerra, añade el comunicado, «complicará aún las vidas ya de por sí miserables de sus habitantes y aumentará su sufrimiento… Por favor, no dejemos que ellos, que han pagado ya un precio excesivamente alto, sigan pagando más».

En su informe, Cáritas Jerusalén señala que ha tenido que paralizar todas sus actividades en la Franja debido a la intensificación de los bombardeos y la situación de grave riesgo para las vidas del personal médico. Actualmente, la entidad gestiona una clínica móvil y un centro de salud, así como un tratamiento de enfermedades crónicas, y un servicio de acompañamiento para niños con prótesis. Estos proyectos cuentan con el apoyo de Cáritas Española.

A pesar del cierre de sus instalaciones sanitarias, Cáritas Jerusalén hace todo lo posible por seguir acompañando al pueblo de Gaza. Sus dos coordinadores residentes en la ciudad y un gestor de proyectos con sede en Jerusalén están en contacto permanente con los hospitales, el Ministerio de Salud, el resto de organizaciones católicas en la Franja y el párroco local para evaluar las necesidades inmediatas de las víctimas y coordinar con la máxima urgencia el envío y reparto de ayuda.

Cáritas Jerusalén, además de recordar que «todos tenemos el deber urgente de salvar sus vidas, sobre todo civiles, mujeres y niños que están muriendo cada día», reconoce «el derecho de Israel a vivir en paz y de los israelíes a vivir con seguridad porque están viviendo en un miedo constante, pero no creemos que ello se consiga mediante la guerra y la agresión contra personas inocentes».

«El camino más corto para la paz y la seguridad para por la justicia y la resolución de este conflicto, por dar a la población palestina la libertad de vivir en su tierra y por la apertura de Gaza al mundo», concluye el comunicado.