Monseñor Aguiar: «Ha habido una reorientación importante en la Teología de la Liberación» - Alfa y Omega

Monseñor Aguiar: «Ha habido una reorientación importante en la Teología de la Liberación»

«Hoy día, incluidos algunos exponentes, como Gustavo Gutiérrez, han desarrollado una Teología de la Liberación con una base bíblico espiritual que sin duda ha ayudado mucho en esa reorientación; y considero, que por ello, es actualmente un aporte para la vida eclesial»: lo afirma el arzobispo de Tlalnepantla y presidente del CELAM, monseñor Carlos Aguiar, en una entrevista tras la visita ad limina, ante el Papa, en Roma

Aleteia

Con frecuencia la presidencia del CELAM visita la curia Romana. ¿Cuál es el objetivo de la visita? ¿Y cuáles han sido algunos de los frutos de estos encuentros entre el CELAM y los dicasterios? ¿O se trata de reuniones de ordinaria administración?
El Consejo de Presidencia del CELAM, desde hace varios cuatrienios, visita la Curia Romana y tiene un encuentro con el Papa. El CELAM es una Instancia eclesial al servicio de las 22 conferencias episcopales de América Latina y el Caribe. Muchos de los servicios que ofrece a las conferencias se realizan de manera conjunta con dicasterios de la Santa Sede o por recomendación de los mismos dicasterios. Esta convergencia de servicios es fruto de los diálogos que tiene la presidencia con los dicasterios. En nuestra reciente visita al Consejo Pontificio de Comunicaciones Sociales, revisamos con satisfacción el programa conjunto que se ha desarrollado de seminarios para los obispos en este campo de la comunicación. De la evaluación se ha visto conveniente continuar con los restantes ya programados, e incluso ofrecer algo semejante a los seminarios, donde se forman los futuros sacerdotes.

También hemos dado a conocer, tanto a la secretaría del Sínodo como al Consejo Pontificio de la Familia, el proyecto del Congreso Latinoamericano de Agentes de Pastoral Familiar que se realizará en Panamá en el mes de agosto próximo como preparación al Sínodo de la Familia.

La visita tiene su punto máximo en el encuentro del CELAM con el Papa, ¿podría decirnos en estos años qué ha significado para el CELAM estos encuentros?
Efectivamente el encuentro con el Santo Padre ha sido el culmen de las visitas. Con el Papa Benedicto XVI en octubre de 2011 presentamos el proyecto de Traducción de la Biblia que hemos titulado la BIA (Biblia de la Iglesia en América); fue de gran interés para él conocer los criterios asumidos en dicha traducción y saber que es un proyecto conjunto con la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos.

En esa visita nos adelantó que haría posiblemente un viaje a México y Cuba, como de hecho fue realizado en marzo de 2012.

En abril del año pasado tuvimos el encuentro con el Papa Francisco apenas mes y medio después de haber sido elegido. En ese encuentro le confirmé que haríamos nuestro encuentro anual de coordinación general del CELAM en Río de Janeiro con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud, y entonces, nos comentó que deseaba encontrarse con nosotros y dirigirnos un mensaje para orientar y alentar nuestros trabajos; así fue en efecto el 28 de julio pasado.

Además, esta fue la segunda visita que realizan al Papa Francisco, un Papa de origen latinoamericano, que ha participado del CELAM; sin duda se trata de un encuentro especial. Es interesante saber en profundidad el significado de este encuentro, en sus varias dimensiones, ¿podría hablarnos al respecto?
En este último encuentro que tuvimos el pasado martes 27 de mayo nos invitó a compartir la mesa. El tema espontáneo que surgió fue la reciente visita a Jordania, Palestina e Israel donde se sintió bien recibido y muy contento de la aceptación que manifestaron los presidentes de Israel y Palestina para reunirse con el Papa en el Vaticano y rezar juntos por la paz.

También comentamos variados temas de interés eclesial y social de América Latina y el Caribe. Pero los temas que concentraron más la conversación fueron el fenómeno de la migración y las dramáticas características que ha ido generando en nuestros pueblos, y la necesidad de dar a conocer y profundizar la reciente exhortación apostólica Evangelii gaudium.

¿El Papa ha dado alguna palabra de orden para este año a partir de la reunión que tuvieron?
Fundamentalmente seguir impulsando la misión continental a la luz de Aparecida y de la Evangelii gaudium.

¿Cómo espera el Papa que el discurso que entregó en Río de Janeiro al CELAM se actúe?
El Papa espera que impulsemos la misión paradigmática, tal como la presentó en su discurso, es decir, la renovación pastoral de las diócesis y parroquias. De igual manera, afrontar y superar las tentaciones señaladas sobre la ideologización del Evangelio, el funcionalismo y el clericalismo; y caminar a la luz de las pautas eclesiológicas del discipulado misionero, la Iglesia como Misterium lunae, y la revolución de la ternura iniciada en la Encarnación, promoviendo las dos categorías de la cercanía y el encuentro.

La Iglesia imagina, o mejor dicho concibe que el CELAM tiene por vocación la capacidad de acompañar, articular, contener, la diversidad de la Iglesia latinoamericana, en distintas dimensiones, y en particular en la dimensión teológica, y allí estaría en realidad una de las novedades del CELAM. En Aparecida el CELAM caminó en diálogo con Amerindia con beneficios para todos. ¿Cómo ha avanzado ese diálogo en este cuatrienio?
El CELAM es una instancia servidora de las conferencias episcopales y uno de los aspectos que le ha caracterizado es la reflexión teológico pastoral. Esta tarea la desarrolla especialmente en su Instituto, ahora llamado CEBITEPAL con sus tres escuelas: La Bíblica pastoral, La Teológica pastoral, y la Social.

También con el Equipo Teológico Pastoral de especialistas del continente. En concreto con el diálogo con Amerindia ha habido contactos de diferente nivel en algunos encuentros, sea promovidos por el CELAM o por ellos.

El Papa Francisco dialogó con Gustavo Gutiérrez en un encuentro de alto significado; ¿el CELAM esta pensando algún espacio donde poder dialogar con las distintas expresiones de las teologías del continente?
Una de las recomendaciones, que desde hace muchos años, el CELAM ha recibido, tanto de la Santa Sede como de las conferencias episcopales y de las directivas al relevarse los cargos, es acompañar la reflexión teológica en el continente. Por ejemplo, siempre ha estado presente para su preparación y participación en los congresos latinoamericanos sobre la cultura y sabiduría indígena.

La Teología de la Liberación nace en Latinoamérica, donde se desarrolla y se purifica en el crisol de la prueba, pero hoy es vigorosa en Europa, en India, en Asia y en África. ¿El CELAM puede valorar el proceso vivido y que se seguirá viviendo de la Teología de la liberación y su significado para Latinoamérica, ya que está desarrollándose cada día?
Gracias a Dios, los esfuerzos de muchos teólogos, obispos, pastoralistas, y de diversos actores eclesiales que han recogido con fidelidad la eclesiología de la comunión planteada por el Concilio Vaticano II, especialmente en la Lumen gentium, han ayudado enormemente a direccionar la Teología de la Liberación surgida en los años 70 y 80 del siglo pasado, tarea señalada en su tiempo por el magisterio pontificio de Juan Pablo II.

En esa época hubo una corriente que se desarrolló, poniendo como base el análisis sociológico marxista que llevó a una ideologización del mensaje evangélico. Fue el momento más crítico de la Teología de la Liberación.

Hoy día, incluidos algunos exponentes, como Gustavo Gutiérrez, han desarrollado una Teología de la Liberación con una base bíblico espiritual que sin duda ha ayudado mucho en esa reorientación; y considero, que por ello, es actualmente un aporte para la vida eclesial.

Hay exponentes de la Teología de la liberación que son ancianos, y algunos ya han fallecido. En verdad esto sería por un lado un indicador de algo sólido que en el mundo actual ofrece el peso de la sabiduría de los ancianos y de los que la han vivido hasta el compromiso de sus últimos días. A su vez, el desafío es que los jóvenes puedan continuar con la profundización que esta requiere. Hay en todo el continente gente que la practica, que la lleva a las consecuencias de la vida en las periferias, en los lugares más castigados de la sociedad, y también en la academia, en el estudio, ¿están encontrando diálogo con el CELAM estas personas que trabajan esos frentes en la Teología de la liberación?
La Teología de la Liberación nació como consecuencia del deseo de aplicación del Concilio Vaticano II, y de la búsqueda de respuestas evangélicas para la superación de la inequidad, que lamentablemente ha caracterizado nuestra región. En esto estamos muy comprometidos en todas nuestras actividades como CELAM.

Hoy se habla de la Teología de la liberación y de la Teología del pueblo que fue la que se fundó en Argentina en tiempos del teólogo Lucio Gera y que acompañó la pastoral del Papa Francisco; son dos dimensiones teológicas que no se contraponen, que encuentran convergencias y expresan la pluralidad teológica del continente… ¿Considera que el CELAM está interesado en poder valorar las especificidades de estas corrientes teológicas? El poder reconocerlas y valorarlas en diálogo permanente da al CELAM una mayor profundidad en su mirada teológica. ¿Cree que está dentro de los intereses de la presidencia del CELAM llevar adelante instancias de diálogo emancipador?
La sensibilidad y el compromiso que muestra el Papa Francisco con los pobres es, sin duda, fruto de la experiencia de reflexión y de acción que ha desarrollado en muchos ámbitos la Iglesia en Latinoamérica.

Como lo dije antes, el CELAM tiene en el CEBITEPAL y en sus proyectos siempre esta preocupación. En el espíritu de todos los que colaboramos en el CELAM está manifiesta nuestra voluntad de impulsar y aplicar el Documento de Aparecida, y ahora de la Evangelii gaudium, exhortación que, con fuerza y vigor expresa la indispensable tarea de promover la dimensión social de la fe.

¿Cuáles cree usted que son los grandes desafíos del CELAM para los próximos años estando en diálogo con un Papa latinoamericano?
Corresponder a la acción del Espíritu Santo, que nos ha regalado un Papa latinoamericano con el carisma y la calidad, propias de un hombre de Dios que quiere servir al Pueblo de Dios apoyado en su valiosa experiencia de la Iglesia Latinoamericana.

El Espíritu Santo en tiempo oportuno nos dio el Concilio Vaticano II, es hora de vivirlo. El Papa Francisco lo ha dicho con claridad; no podemos esperar más tiempo, debemos comprometernos en esta tarea, y la manera de hacerlo está claramente indicada en el Documento de Aparecida y en la Evangelii gaudium.

Los distintos movimientos económicos-culturales que han atravesado el continente en estas últimas décadas, han dejado un fuerte acento individualista en la sociedad, y sin duda la Iglesia no sale indemne de esas amenazas culturales, ¿cómo poder tener hoy la profecía que tuvo en décadas anteriores el CELAM?
Este es sin duda el gran desafío ante el fenómeno de la globalización: no perder la expresión comunitaria de la fe, y desarrollarla en la familia, y en los distintos ámbitos de la vida: social, cultural, económico, político y eclesial.

Una última palabra sobre el balance de la visita a Roma del CELAM.
Hemos regresado de Roma fortalecidos espiritual y pastoralmente en la comunión con Pedro. Nuestra convicción es seguir adelante con el Plan Global del Cuatrienio 2011-2015, que está animado por la segunda parte del tema de Aparecida: Para que nuestros pueblos en El tengan vida.

Aleteia / Susana Nuin Núñez (Artículo originalmente publicado en CELAM.org)