Gentes: Pepe Caballero, esposo y padre (en la revista Misión) - Alfa y Omega

La enfermedad de Belén, mi mujer, ha sido la circunstancia que el Señor ha elegido para educarnos. Aceptar el cáncer ha sido una ocasión de reconocer a Cristo, un bien para ambos. En ese tiempo la he amado mejor que en nuestro viaje de novios. Acariciarla, sabiendo que pronto moriría, era como acariciar a Cristo. Sin duda, han sido los mejores años de nuestra vida.