Papa Francisco, después de 50 años de diálogo interreligioso: dialogar no significa relativizar la fe - Alfa y Omega

Papa Francisco, después de 50 años de diálogo interreligioso: dialogar no significa relativizar la fe

El lunes, el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso cumplía 50 años. El Papa Francisco envió un mensaje al Prefecto, cardenal Tauran, en el que subraya que el diálogo no significa ni relativizar la fe cristiana ni renunciar al anuncio del Evangelio

RV

El dialogo interreligioso no implica «relativizar la fe cristiana». Así lo afirma el Papa Francisco este lunes, en un mensaje dirigido al cardenal Jean-Louis Tauran, con ocasión del 50 aniversario del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso. El Papa subraya, por tanto, que la Iglesia debe comprometerse más en dialogar con todos los miembros de las diferentes tradiciones religiosas.

El Papa Francisco recuerda que este dicasterio nació durante el Concilio Vaticano II por voluntad de Pablo VI. En ese periodo, «caracterizado por una gran apertura», la Iglesia -observa el Papa- «se sentía animada por un sincero deseo de encuentro y de diálogo con toda la humanidad». Por lo demás, prosigue, «el diálogo es posible sólo a partir de la propia identidad». Como lo mostró Juan Pablo II, afirma Francisco, «dialogo y anuncio no se excluyen mutuamente, sino que tienen un vínculo profundo, aunque se distingan y no deban ni confundirse, ni instrumentalizarse, ni juzgarse como equivalentes o intercambiables».

Como Cristo en el camino de Emaús, prosigue el Papa, «la Iglesia desea hacerse cercana y compañera de camino de cada hombre». Esta «disponibilidad a caminar juntos -añade- es muy necesaria en nuestro tiempo, marcado por profundas y antes no conocidas interacciones entre pueblos y culturas diversas». En este contexto, asegura el Santo Padre, «la Iglesia deberá empeñarse cada vez más en recorrer el camino del diálogo y en intensificar la cooperación, ya fructífera, con todos aquellos que, perteneciendo a diferentes tradiciones religiosas, comparten la voluntad de construir relaciones de amistad y toman parte en las numerosas iniciativas de diálogo».

El Pontífice, finalmente, da las gracias al dicasterio por el trabajo realizado en estos 50 años y le anima a que prosiga «con empuje renovado su misión, que podrá contribuir mucho también a la causa de la paz y del auténtico desarrollo de los pueblos».