Las organizaciones católicas de cooperación convocan una Vigilia por un cambio social y económico - Alfa y Omega

Las organizaciones católicas de cooperación convocan una Vigilia por un cambio social y económico

Cáritas, CONFER, Justicia y Paz, Manos Unidas y Redes convocan este miércoles una Vigilia de oración en varias ciudades de España. En ella, se pedirá por «el cambio de un modelo económico injusto», y se reflexionará sobre las causas de la pobreza y cómo se debe actuar para acabar con ella

María Martínez López

Las organizaciones católicas de cooperación —Cáritas, Justicia y Paz, Manos Unidas y Redes— y las congregaciones religiosas (CONFER) convocan este miércoles, en varias ciudades de España, una Vigilia de oración por el fin de la injusticia y la pobreza. En este acto, que forma parte de la iniciativa Enlázate por la justicia, se invitará a los cristianos a reflexionar sobre la realidad de lo que ocurre en el mundo, analizar las causas de la injusticia y la pobreza -que son las mismas en todos los países- y actuar para acabar con ellas.

En Madrid, el acto tendrá lugar en la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe a las 19:30 horas. Antes de la vigilia, se celebrará un acto público en la entrada de la iglesia, durante el que se leerá un manifiesto y actuará un coro africano.

En el manifiesto, explican que «estamos unidos en oración para pedir la transformación de la realidad social y el cambio de un modelo económico injusto que crea desigualdades, vulneración de derechos y situaciones de pobreza y exclusión en todo el mundo».

El manifiesto reconoce «la dramática situación que viven muchas personas en España». Pero esta «pobreza cada vez más cercana» puede llevarnos «a ignorar otra pobreza que, no por más lejana, deja de ser intensa, deshumanizadora y desgarradora». Esta pobreza se resume, por ejemplo, en el dato de que 1.200 millones de personas viven en situación de pobreza y 800 millones de hermanos pasan hambre.

«Una sola familia humana»

Los cristianos «estamos llamados a construir en Reino de Dios y a buscar el bien común de toda la familia humana», en la que están tanto nuestros amigos cercanos como también «la madre congoleña que no puede dar medicinas a su hijo o la niña que todos los días camina 12 kilómetros para ir a la escuela».

Citando la encíclica Caritas in veritate, el manifiesto recuerda que «el desarrollo de los pueblos depende de que se reconozcan como parte de una sola familia humana». Las organizaciones católicas que trabajan en cooperación son testigos de los pequeños milagros que nacen de esta cooperación fraterna: «Cómo un campesino del Amazonas logra su primera cosecha en muchos años; cómo una cooperativa de mujeres de Bangladés pone en marcha un taller de costura; o cómo unos jóvenes haitianos aprenden un oficio que les permite llevar dinero a sus casas…».

Por eso, «pedimos la máxima responsabilidad a las Administraciones públicas para construir las bases de un nuevo modelo social y económico centrado en las personas; para articular políticas encaminadas a promover los derechos humanos y la justicia en todo el mundo; y, sobre todo, para que no miren a hacia otro lado mientras millones de personas pasan hambre, como expresó el Papa Francisco en el lanzamiento de la campaña Una sola familia humana. Alimentos para todos».