Españoles en el Sínodo: Sin familia, hace frío - Alfa y Omega

Españoles en el Sínodo: Sin familia, hace frío

Redacción

La familia como la institución más importante de la Humanidad, las dificultades de tener hijos, el estado de la economía… Varios españoles participantes en el Sínodo, el cardenal Sebastián, monseñor Ricardo Blázquez y el sacerdote Alfonso Fernández Benito, han contado cómo se están desarrollando los trabajos del Sínodo.

El cardenal Fernando Sebastián, arzobispo emérito de Pamplona, ha revelado a Rome Reports que «acabamos de empezar el Sínodo, pero se ve un deseo de tratar a fondo estos temas de la familia y del matrimonio. Cada día hay un testimonio de un matrimonio, que habla de la experiencia de la ayuda de Dios, el gozo de la fidelidad, la confianza en superar alas dificultades a la hora de sacar adelante la familia…». Para el cardenal Sebastián, «hoy, las dificultades principales de las familias son el número de hijos, el estado de la economía, la falta de trabajo, el mantenerse en situaciones límite confiando en Dios… Hasta ahora, los trabajos están entre aplicar la doctrina tradicional ante las situaciones nuevas, y ahora vamos a estudiar las causas de la crisis de la familia en todo el mundo, porque la familia forma parte de nuestro ser personal, la realidad más concreta del hombre y de nuestra vida».

Asimismo, el presidente de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Ricardo Blázquez, ha declarado a Radio Vaticana que durante el sínodo están tratando de ver «de qué manera la Iglesia puede responder a la situación del matrimonio, de la familia y de los jóvenes de hoy». También ha mostrado su preocupación por la gran cantidad de divorcios que hay en nuestro país, y ha asegurado que «el matrimonio cristiano es un don precioso» y que «con la familia nos encontramos al abrigo, y fuera de ella hace mucho frío».

Por último, el sacerdote español Alfonso Fernández Benito, uno de los expertos invitados al Sínodo, ha insistido en la importancia de la ley natural como «algo irrenunciable para dialogar con el mundo de hoy. Lo difícil es hacerla entendible, por eso la hemos de transmitir con alegría, y estremecernos con toda la belleza del plan de Dios sobre el matrimonio. En este mundo científico-técnico, debemos dialogar con todas las ciencias y agrupar sus aportaciones para mostrar a la familia como la institución más importante para la Humanidad: varón y mujer, para siempre y abiertos a la vida».