Católicos y luteranos reflexionan juntos sobre el V centenario de la Reforma protestante - Alfa y Omega

Católicos y luteranos reflexionan juntos sobre el V centenario de la Reforma protestante

La Comisión Internacional luterano-católica sobre la Unidad hizo público este lunes el documento Del conflicto a la comunión, en el que ofrecen una serie de ideas para la conmemoración, en 2017, del comienzo de la Reforma protestante. «Nadie que sea teológicamente responsable puede celebrar la división de los cristianos», concluyen

Redacción
El cardenal Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.

En 2017, cuando los cristianos luteranos celebren los 500 años de las 95 tesis de Lutero y, con ello, el comienzo de la Reforma, «no celebrarán, con ello, la división de la Iglesia occidental. Nadie que sea teológicamente responsable puede celebrar la división de los cristianos». A esta conclusión ha llegado la Comisión Internacional luterano-católica sobre la Unidad, en un documento conjunto que, con el título Del conflicto a la comunión, se hizo público el pasado lunes y que ofrece una serie de ideas para la conmemoración de esta efeméride.

El texto, de un centenar de páginas, ofrece una mirada común sobre los hechos del siglo XVI, y reconoce que «Lutero no tenía de intención de establecer una nueva Iglesia, sino que era parte de un deseo amplio y polifacético de reforma». Durante mucho tiempo desde entonces, católicos y luteranos «no sólo se malinterpretaron sino que también exageraron y caricaturizaron a sus oponentes». Sin embargo, tras el Conclio Vaticano II y 50 años de diálogo ecuménico estas diferencias se han limado, y ambas confesiones han avanzado en su comprensión común. Otros factores, como la creciente secularización, la persecución -por ejemplo bajo el nazismo- y la convivencia en familias mixtas también han contribuido a ello.

El texto concluye presentando cinco imperativos ecuménicos para marcar el 500 aniversario de la Reforma:

–Dándose cuenta de que comparten el bautismo que les hace formar parte del único cuerpo de Cristo, católicos y luteranos deben fortalecer lo que tienen en común, incluso cuando «las diferencias se vean y se experimenten con más facilidad».

–«Católicos y luteranos necesitan la experiencia, el ánimo y la crítica de los otros», que les ayudará a transformarse y llegar a una comprensión más profunda de Cristo.

–«Católicos y luteranos deberían comprometerse de nuevo a buscar la unidad visible, a elaborar juntos lo que esto significa en pasos concretos y a esforzarse repetidamente hacia esta meta».

–«Luteranos y católicos deberían redescubrir conjuntamente el poder del Evangelio de Jesucristo para nuestro tiempo» y compartirlo con los demás de una manera que no incremente las divisiones o un sentido de competencia entre sus comunidades.

–«Católicos y luteranos deberían dar testimonio juntos de la misericordia de Dios en la proclamación y el servicio al mundo», reconociendo que la credibilidad de los cristianos crece a medida que su unidad se profundiza.