12 tesoros de la Antigüedad destruidos en Oriente Medio desde 2001 - Alfa y Omega

12 tesoros de la Antigüedad destruidos en Oriente Medio desde 2001

Los resultados de la campaña para limpiar el mundo de la historia preislámica

Aleteia

La guerra siempre ha sido muy dura para los lugares y tesoros antiguos. En el siglo XIV, Muhammad al-Dahr Sa’im destruyó la nariz de la Esfinge porque estaba indignado de que las personas hicieran ofrendas a la misma. (No, Napoleón no ordenó destrozarla de un cañonazo).

Durante la Segunda Guerra Mundial, los bombarderos estadounidenses arrojaron 1.400 toneladas de bombas sobre Monte Casino, el lugar donde San Benito construyó un monasterio y estableció la orden benedictina en el siglo VI. Fue reconstruido después de la guerra y consagrado de nuevo por el Papa Pablo VI en 1964.

En la era post 11 de septiembre, Oriente Medio ha visto acelerarse la destrucción de su vasta y preciosa herencia cultural. Algunas veces lo hacen tanto la gente corriente como las bandas criminales, en busca de artículos para vender. El comercio ilegal de antigüedades es una amplia operación internacional que mueve millones, aunque muy poco de ese dinero se escurre hacia abajo, a los pobres agujeros excavados por los sirios en busca de artículos enterrados para ayudar a alimentar a su familia.

Lo más sorprendente de todo es la limpieza deliberada de la historia pre-islámica a manos de ISIS, que parece emular a Mahoma en golpear la idolatría allí donde la encuentra. Su fervor religioso, sin embargo, no les impide la venta de estos mismos ídolos para ayudar a impulsar su lucha.

Los Budas de Bamiyan, Afganistán

La nueva era de aniquilación arqueológica se inauguró el 2 de marzo de 2001, cuando los talibanes dinamitaron cuidadosamente dos estatuas de Buda del siglo VI, excavadas en los acantilados areniscos del valle de Bamiyan, en la región central de Afganistán.

Una de las estatuas medía 175 pies de alto, mientras que la otra medía 115 pies, lo que las convertía en las estatuas más grandes de Buda del mundo. Habían sido atacadas y dañadas durante cientos de años, pero la acción de los talibanes, bajo las órdenes del mulá Mohammed Omar, acabaron con ellas gracias a los explosivos modernos. Todo lo que queda de ellas son los nichos donde una vez estuvieron.

El Museo de Mosul (Irak)

El Museo de Mosul, el segundo más grande en Irak, no había tenido una vida fácil desde la Segunda Guerra del Golfo. Fue fuertemente saqueado durante la invasión estadounidense de Irak en 2003, y después de un largo y arduo proceso de reconstrucción y de recuperación de la colección, se estaba preparando para abrir de nuevo en 2014.

En ese preciso momento, el ISIS llegó a Mosul. El personal del museo trabajó rápidamente y fueron capaces de mover alrededor de 1.600 objetos del Museo Nacional de Bagdad. Eso dejó cerca de 300 artículos todavía en Mosul, y el ISIS decidió tomar el martillo y la perforadora y grabar sus acciones para la posteridad. Las reliquias y monumentos asirios son particularmente odiados por el ISIS, porque representan la «idolatría» preislámica contra las que el propio Mahoma arremetió.

Un poco de esperanza en todo este lío: algunas de las estatuas que fueron destruidas por el ISIS en el video se ven, obviamente, hechas de yeso, lo que significa que son copias de artículos en poder de otros museos. Eso tendría sentido, ya que muchas piezas originales ya fueron trasladadas a Bagdad: no se molesten en guardar copias. El ISIS también incendió un archivo bibliotecario lleno de manuscritos y libros antiguos.

Nimrod (Irak)

Al sur de Mosul estaban los restos de Nimrud, una ciudad construida en el siglo XIII a.C. por el rey asirio Salmanasar I, y que utilizó como capital Assurnasirpal II 300 años más tarde. Las excavaciones comenzaron en el siglo XIX y se recuperaron innumerables bajorrelieves, figuras colosales, estatuas y otros artículos de valor incalculable y restos de edificios. Los descubrimientos llenaron los vacíos vitales de la historia y el idioma, y ampliaron nuestra comprensión de las historias bíblicas.

Después de acabar a martillazos con las estatuas del museo de Mosul, el ISIS hizo lo mismo con Nimrod, añadiendo bulldozers y explosivos a sus esfuerzos e inmortalizando en un vídeo desgarrador la desaparición de tres milenios de historia.

Dur-Sharrukin (Khorsabad, Irak)

Esta ciudad, capital del rey asirio Sargón II, fue construida alrededor del año 700 a.C. para reemplazar a Nimrod. No fue la capital por mucho tiempo, pero dejó atrás varios tesoros monumentales y un sinnúmero de artefactos. Las murallas de la ciudad eran de 80 pies de espesor, con siete enormes puertas.

El alcance exacto de los daños causados por ISIS a principios de 2015 aún se desconoce, pero las autoridades anticuarias irakíes dicen que el sitio ha sido ampliamente saqueado, y demolidos los restos de las antiguas murallas.

Hatra (Irak)

Al sur de Mosul, Hatra fue fundada en el siglo II a.C. por los seleúcidas, una de las dinastías helenísticas que sucedieron a Alejandro Magno (son famosos para judíos y católicos como el enemigo en el Libro de los Macabeos). Cayó en los poder de los partos varios siglos más tarde, y los restos proporcionaron excelentes ejemplos de la arquitectura y arte de los partos y griegos. Las ruinas contemporáneas eran bastante espectaculares, sobre todo desde que Saddam Hussein vertiera millones en su restauración. Los aficionados al cine pueden haber reconocido algunas de esas poblaciones en las primeras escenas de El Exorcista.

El sitio fue utilizado y preservado por cristianos y musulmanes, hasta que el ISIS volvió sus picos y martillos contra él en la primavera de 2015. El video del ISIS muestra la demolición de hermosos rostros tallados hermosos, e incluso destrozados a tiros. Algunos de ellos parecen ser restauraciones de yeso, mientras que otros son genuinos.

Nínive (Mosul, Irak)

Uno de los lugares de asentamiento más antiguos en el mundo, Nínive ha sido ocupada durante al menos 8.000 años, y llegó a ser un importante centro religioso y político, hasta que las olas de guerra y saqueos se hicieron sentir. A medida que el imperio neo-asirio decayó, esta magnífica ciudad –la más grande del mundo de su época– quedó vulnerable, y los ataques llevaron a que la mayoría de sus habitantes la abandonara en el 612 antes de Cristo. La ciudad aparece varias veces en la Biblia, sobre todo en el libro de Jonás.

Muchos de los artefactos de Nínive se encontraban en el Museo de Mosul, pero las enormes murallas y puertas, algunas de ellas meticulosamente excavadas y reconstruidas durante décadas, fueron un objetivo demasiado tentador para que el ISIS lo ignorara.

La magnitud de los daños es incierta, pero la cara del lamassu derecho (una figura de protección con el rostro de un hombre, cuerpo de animal, y alas) en la Puerta de Nergal se ve con el rostro destrozado en fotos publicadas por el ISIS. Se ha certificado la destrucción de al menos otro lamassu en Nínive, por lo que hay pocas esperanzas de que alguno de estos «ídolos ofensivos» hayan quedado ilesos.

Mezquita del Profeta Yunus (Tumba de Jonás, Mosul, Irak)

Hay varios lugares que dicen ser la tumba del profeta Jonás. Uno de ellos estaba en Nínive, ciudad que figuró de manera central en su vida. El lugar, en un montículo cerca de las murallas tenía una larga historia como santuario, primero cristiano, entonces musulmán. Una mezquita sustituyó a la iglesia original, y la tumba que decía contener los restos del profeta estaba en su interior. Era el lugar sagrado más importante de la zona, y fue venerado por los musulmanes.

El ISIS supuestamente profanó la tumba antes de volar toda la mezquita. Esto desconcertó a algunos occidentales, pero encaja con la iconoclastia radical del ISIS pasó de baalshamin a un templo dedicado a otro dios supremo de los cananeos, Bel. Bel (a veces Baal) simplemente significa Señor, pero se utilizó para un importante dios mesopotámico que estaba en el corazón de la vida religiosa de Palmira. Al igual que con el Templo de baalshamin, el Templo de Bel era una fusión sorprendentemente bien conservado de la arquitectura romana y oriental. El sitio fue utilizado para el culto por lo menos hace 3000 años, pero el propio templo data de alrededor de la misma época que baalshamin. Es, también, conserva hermosas columnas, así como un altar, nichos estatuas, un bajorrelieve astrológico, y una rampa de dirigir animales para el sacrificio. Informes iniciales e imágenes de satélite parecen indicar que había sido destruida en la misma forma que baalshamin, pero algunos testigos dicen ISIS fue incapaz de derribar las paredes. ISIS, que afirma que no era lugar de oración, sino de «apostasía».

Entre otras mezquitas y santuarios destruidos en Mosul están la Mezquita del Profeta Jerjis (San Jorge ), los santuarios donde estaban las tumbas del bíblico Set (tercer hijo de Adán y Eva) y del profeta Daniel, el santuario Mashad Yahya Abul Kassem y la Mezquita Hamou Qado. Si Set o Daniel o san Jorge estaban realmente enterrados en estas tumbas es de interés secundario, ya que los propios sitios tenían tradiciones y una antigua arquitectura.

Monasterio Mar Behnam (Beth Khdeda, Irak)

En el siglo IV, los hijos de un rey menor llamado Sinharib, que gobernaba Nínive entonces, encontraron a un hombre santo llamado Mattai en una cueva. El niño se llamaba Behnam y la niña Sara, y Mattai les instruyó en el cristianismo. Behnam dijo que si Mattai podía curar la lepra de Sarah, se convertirían. Después de suceder el milagro, muchos del partido del rey siguieron a sus hijos a la fe. Esto le enfureció, por lo que condenó a Benham y Sarah a muerte.

Sinharib más tarde se arrepintió y se convirtió, y las tumbas de sus hijos se convirtieron en un lugar de milagros. Se levantó un monasterio en el lugar, habitado por siríacos católicos y otros hasta que el ISIS llegó en 2015, despojó de cruces el monasterio, y expulsó a los monjes. En marzo de 2015 volaron las tumbas y otras partes del lugar.

El verano de 2015 trajo un desfile de horrores desde la hermosa Palmira, la joya de la antigua Siria con su profunda historia y sus ruinas bien conservadas. La pesadilla comenzó exigiendo un terrible costo humano: el líder arqueólogo sirio Khaled al-Asaad fue torturado y decapitado por el ISIS. al-Asaad había trabajado para explorar y preservar Palmira durante 40 años. Los informes varían en cuanto a si el arqueólogo, de 82 años de edad, fue asesinado por colaboración a la idolatría (incluyendo apariciones en conferencias sobre arqueología con infieles), o porque se negó a revelar la ubicación del tesoro, que el ISIS imaginó que estaba escondido en algún lugar de las ruinas.

Templo de Baalshamin (Palmira, Siria)

Una orgía de destrucción siguió al asesinato de al-Asaad. El ISIS sembró el Templo de Baalshamin con fuertes explosivos y lo redujo a escombros en agosto de 2015. El templo databa del 32 d. C. y estaba dedicado a un importante dios celeste cananeo. Fue convertido en iglesia en el siglo V, y en mezquita en el siglo XII.

Fue descubierto en la década de 1950, y aún estaba en curso su excavación, estudio y restauración. El sitio era notable por sus columnatas en fila y su mezcla de elementos arquitectónicos romanos, sirios y egipcios. Su destrucción ha sido catalogada como crimen de guerra por la UNESCO.

Templo de Bel (Palmira, Siria)

Después de arrasar el Baalshamin, el ISIS volvió la mirada al templo dedicado a la otra deidad suprema de los cananeos, Bel. Bel (a veces Baal) significa sencillamente Señor, pero fue usado para un gran dios mesopotámico que estaba en el centro de la vida religiosa de Palmira.

Al igual que el Templo de baalshamin, el Templo de Bel era una fusión sorprendentemente bien conservada de la arquitectura romana y oriental. El sitio fue utilizado para el culto por lo menos hace 3000 años, pero el propio templo data de alrededor de la misma época que el Baalshamin. También conservaba hermosas columnas, así como un altar, nichos con estatuas, un bajorrelieve astrológico, y una rampa para conducir a los animales para el sacrificio.

Los informes iniciales y las imágenes del satélite parecen indicar que habría sido destruido en la misma forma que el Baalshamin, pero algunos testigos dicen que el ISIS fue incapaz de derribar las paredes.

El León de Al-lāt (Palmira, Siria)

Antes de que empezaran a traer grandes explosivos, los del ISIS se entrenaron martilleando el León de Al-lat. El león había estado fuera del Templo de Al-Lat, y estaba datado en algún momento del siglo I. Fue encontrado hecho pedazos por arqueólogos en 1977, después de haber sido reutilizadas sus piedras para construir un templo. Las piezas fueron recuperados y vueltas a montar con relleno de piedra en las brechas. Era una pieza encantadora que representa Al-Lat con una gacela entre sus patas delanteras para simbolizar la protección de los inocentes. El ISIS lo destruyó en julio de 2015.

Iglesia y monasterio de Mar Elián (Homs, Siria)

San Elián se había negado a apostatar y fue asesinado por su padre en el siglo III. La iglesia y el monasterio de San Elián crecieron a partir del siglo V alrededor del lugar del martirio del santo. El padre Jacques Mouraud, abad de San Elián, fue secuestrado en la zona el 21 de mayo y aún ha sido encontrado. Había trabajado desde 1991 para reconstruir y restaurar el sitio. En agosto, ISIS trajo maquinaria pesada, derribó las paredes, y profanó la tumba de San Elián.

Y la lista seguirá…

La destrucción de antiguos tesoros de Oriente Medio parece no tener fin, y podríamos llenar otra lista con las cosas preservadas durante milenios sólo para ser destruidos en cuestión de segundos. No todo lo ha hecho el ISIS. El Museo de Bagdad, Tell Umm al-Aqarib, y otros sitios fueron saqueados a raíz de la invasión estadounidense de Irak. El Hibeh y Antinópolis fueron saqueados tras la revolución egipcia. Apamea, Mari, y Dura-Europo fueron saqueados durante la guerra civil siria, a veces por las bandas, a veces por el ISIS.

Pero, por el momento, la mayor parte de la destrucción está siendo perpetrada en el nombre de un intento radical de borrar la historia pre-islámica de la región. Podemos esperar además que la desesperación, la inestabilidad y el fanatismo llevará a esta gente al saqueo, y destruirán el pasado en un esfuerzo por controlar el futuro.

Thomas L. McDonald escribe sobre historia, fe y tecnología en GodandtheMachine.com.

Aleteia Team