«El divorcio católico no existe» - Alfa y Omega

«El divorcio católico no existe»

Ricardo Benjumea
Foto: CNS

«El divorcio católico no existe: o no hubo matrimonio –esto es nulidad–, o si ha existido, es indisoluble. Esto es claro». Fue la respuesta del Papa preguntado en el avión de regreso de EE. UU. por la reforma de los procesos de nulidad matrimonial. De hecho, dijo, la reforma cierra «la puerta a la vía administrativa, que era la vía por la cual podía entrar el divorcio». Esto es así porque el proceso queda aligerado de carga burocrática, y se subraya en cambio la responsabilidad directa del obispo en la administración de justicia.

La reforma –aclaró el Papa– responde a la petición de «la mayoría de los padres sinodales en el Sínodo del año pasado» de «acelerar los procesos, porque hay procesos que duraban diez, quince años». Uno de los puntos centrales de esa reforma es la supresión del requisito de la doble sentencia, que –según explicó Francisco– «fue introducida por el Papa Lambertini, Benedicto XIV, porque en Centroeuropa, no digo el país, había algunos abusos, y para pararlos él introdujo esto». Ahora bien, «los procesos cambian y la jurisprudencia cambia y se mejora siempre». San Pío X (1903-1914) planteó ya una reforma de estas características, «pero no tuvo el tiempo o la posibilidad de hacerlo».

El Papa se refirió por último a algunas de las causas que hacen que un matrimonio sea considerado nulo, como la falta de libertad de la persona al casarse, por ejemplo, condicionada por un embarazo imprevisto «para cubrir todas las apariencias». Francisco aludió también al problema de la falta de fe de los novios y enfatizó la importancia de una adecuada preparación prematrimonial.