La prima de riesgo - Alfa y Omega

La prima de riesgo

«No, no me refiero a la prima de la señora Riesgo, que las hay, sino a la otra, a la que nos lleva a mal traer. ¿Y? Hace unos días, al pasar por una calle secundaria de Madrid, ví que había varias personas en una alcantarilla. La tapa abierta y ellos con uniforme de trabajo. Oí que uno de ellos comentaba a sus compañeros: Tal como está la prima de riesgo, tengo la duda de que… Me volví y en la espalda se leía: Pocero»

Colaborador

Al pasar por una calle secundaria de Madrid, vi la tapa abierta de una alcantarilla, y uno de los que allí estaban con uniforme de trabajo comentaba a sus compañeros: «Tal como está la prima de riesgo, tengo la duda de que…». Mi sensación fue plural; de una parte, y quizás la primera, la de extrañeza, pero a continuación pensé de inmediato: Y por qué no, si con la tal prima y su comparación con la otra (la italiana) nos estamos familiarizando constantemente. Ocupa lugar preferente en los medios de comunicación (para comparar a Ronaldo con Messi, hay que ir a la sección deportiva de la prensa).

Tengo que confesar que, al escuchar lo de la prima de riesgo, mi mente tardó en recuperar el sentido de la misma; posiblemente, soy de los pocos a los que las neuronas no repentizan con vivacidad esta terminología, y tengo también que pedir disculpas a una profesión tan digna como las demás, si me sorprendí al escuchar las palabras del pocero.

Me pregunto: ¿Qué está ocurriendo? Que nos están convirtiendo en el homo economicus, aquel que, si en épocas de bonanza sólo piensa en ganar más, en las flacas sólo piensa en que nos vamos al desastre sin remisión (no digamos si se participa en la cola del paro).

Ha poco, en un diario nacional, respondía el responsable de la política económica a las preguntas del entrevistador: la prima de riesgo…; desaceleración económica en Europa; situaciones de volatilidad; no hay que buscar una relación causa-efecto entre el presupuesto y la prima de riesgo; situación de incertidumbre sobre el futuro del euro; hay que asumir que va a haber más episodios de volatilidad, de repunte de la prima de riesgo; estamos desde 2010 en el Mecanismo de Alerta Temprana; en la emisión de eurobonos hay una responsabilidad mancomunada y solidaria (textual); este Gobierno… a las comunidades autónomas… un crédito sindicado de…; está habiendo una contracción del crédito; las entidades bancarias débiles… se fusionen con otras más fuertes (en páginas posteriores del mismo diario, se recoge la noticia de que el informe del FM critica la gestión del Banco de España por alentar fusiones y no cerrar entidades).

En un libro de texto del bachillerato puede leerse: «La prima de riesgo hace referencia a la ponderación entre las economías de aglomeración y las economías de descongestión». ¿Está claro?

Y no sólo lo anterior: acrónimos, contracciones, abreviaturas… como PIB, IPC, EPA, TAE, IBEX 35, Índice (Nasdaq, Nikkei, Down Jones), IVA (que ya se nos anuncia que subirá en 2013), PER, derivados, futuros, swaps, Tio…, constituyen el núcleo de lo que los mass media constantemente difunden (para el que quiera, desde las seis de la mañana).

Me preguntaba: ¿Qué está ocurriendo? Que estamos desconcertados, no porque no sepamos que estamos en peligro, que sí lo estamos, sino que se siente impotencia ante lo ignoto, ante lo que puede pasar, va a pasar, es irremediable… (y así hasta…; el número de suicidios en Grecia se ha multiplicado en dos años).

Este homo economicus, que se creía invictus, está en horas bajas, y lo que es peor, puede que de la depresión caiga más abajo todavía; en latín, ad inferos.

¿Hay esperanza? Una cura de adelgazamiento de sus valores actuales y una inyección de vitalidad espiritual: el punto de mira ha de ponerse, ante todo, en las tres virtudes teologales. Fe, evitando el lamento estéril; fe para ser mejor y hacer un mundo mejor (los mayores avances, descubrimientos, adelantos se han producido en épocas bajas). Esperanza, porque Dios no pierde batallas. Caridad, trabajando rectamente y procurando reducir las colas del paro. ¿Recuerdan el ora et labora? Pues eso. Lo demás se nos dará por añadidura.

Víctor Manuel Garrido de Palma