«¡Banene, te quiero mucho!» - Alfa y Omega

«¡Banene, te quiero mucho!»

María Martínez López
Niños acogidos en la casa para huérfanos de las Misioneras Hijas del Calvario
Niños acogidos en la casa para huérfanos de las Misioneras Hijas del Calvario. Foto: Hermana María Dolores Pérez

Juan y Miguel tienen 4 y 9 años, son hermanos y viven en Zimbabue. Sus padres murieron de sida y ellos se quedaron huérfanos. «Vivían con su abuela, que era tan pobre que no tenía ni para comer. Su casa estaba a 200 kilómetros de nuestra misión. Cuando nos enteramos de su caso, otra misionera se fue hasta allí con un señor de los servicios sociales con el fin de que nos diera permiso para que los niños se vinieran a nuestra casa de huérfanos». Juan y Miguel —que en realidad no se llaman así— llevan ya medio año viviendo, junto con otros seis niños y niñas, en el Hogar del Amanecer, de las Misioneras Hijas del Calvario. «Están felices. Dentro de un tiempo, queremos llevarlos a que vean a su abuela». Nos lo cuenta Lola, una de las dos misioneras que lleva la casa.

¡Ya sale el Tren Misionero!

Para ayudarnos a preparar el Domund, este sábado el movimiento Cristianos Sin Fronteras ha organizado un año más el Tren Misionero. Esta vez, el encuentro será en San Lorenzo de El Escorial (Madrid). A las 8:30 horas el tren saldrá de la estación de Atocha. Durante el día se hará una marcha, habrá reuniones por grupos, Misa y una fiesta. Más información: www.csf.es

Los niños van a un colegio público cercano. «Muchas de las clases son bajo un árbol, y los niños hacen sus primeras letras y números con un palo en la arena. A veces llegan a la casa niños que no han ido nunca al colegio, y los ponen en la clase de los pequeños. Nosotras luego les damos clase en casa para ayudarles». Los chicos también echan una mano con la huerta y las gallinas que las misioneras tienen para no vivir solo de los donativos.

Lola y su compañera también les hablan de Jesús. «Nos sentamos todos juntos en el salón, cogemos la Biblia de los niños y se la cuento, mezclando el tonga, su lengua, y el español. Además, les he enseñado a rezar oraciones como el Ángel de mi guarda en español». A estos niños seguro que les resulta muy fácil entender el amor de Dios, porque las misioneras se lo muestran cada día con su cariño y atención. Por eso el lema del Domund 2015, que se celebra este domingo en todas las parroquias del mundo, es Misioneros de la misericordia.

Niños acogidos en la casa para huérfanos de las Misioneras Hijas del Calvario. Foto: Hermana María Dolores Pérez

Y ellos responden: «Son unos niños muy tiernos, que nos quieren como a sus padres. Cuando estoy cocinando, vienen por detrás, me abrazan las piernas, y me dicen: “¡Banene (que significa abuela), te quiero mucho!” Lo dicen en español».

«Soy muy feliz. Dios es muy grande y me ha dado la alegría de estar con estas criaturas. Nosotras estamos aquí, y vosotros desde España nos apoyáis con vuestra oración y donativos. Y el que nos une es Dios».

«Tenemos sueños grandes para nuestros niños»

En Zimbabue hay cientos de miles de huérfanos, la mayoría porque sus padres han muerto de sida. A otros niños los han abandonado, o sus padres están en la cárcel. Cuando un niño se queda sin padres, lo normal es que viva con sus tíos o sus abuelos. Pero la mayoría son pobres, tienen ya familias grandes, y muchas veces «solo van al colegio sus hijos de verdad. Los huérfanos trabajan en casa o con los animales».

Por eso, en 2009 las Hijas del Calvario pusieron en marcha una escuela para que 200 huérfanos pudieran ir a clase. El Hogar del Amanecer nació el año pasado, y ya han construido otra casa. «Todavía no tenemos muebles. Pero si tuviéramos el dinero suficiente, podríamos abrirla a primeros de año. Tenemos sueños muy grandes para nuestros niños».